Descripción de la Exposición
Una exposición de Antonio Caro e intervención de Ángela Cuadra.
ANTONIO CARO
Todo está muy Caro
Llamado pionero del arte conceptual en Colombia, Antonio Caro es más bien una contra-institución; si el museo, el mercado, la historia y la crítica terminan por legitimar y oficializar hasta las propuestas más arriesgadas, Caro ha logrado instrumentalizar, desde un agudo sentido del humor, el entorno artístico (incluida su propia persona), de ahí su constante vigencia. Él mismo declaró a su colega Álvaro Barrios: «cuando me pusieron la etiqueta ‘conceptual’, yo realmente no sabía que era conceptual y me tragué entera la etiqueta y dije: “Bueno me sirve de etiqueta”».
La obra de Caro traza una mirada crítica y cínica sobre las sociedades del “tercer mundo” y su afán por seguir modelos de consumo foráneos. De manera complementaria, Caro exalta el valor intrínseco de elementos de las culturas autóctonas de Colombia como el maíz o el achiote, y le rinde homenaje al líder indígena Manuel Quintín Lame, apropiándose de su firma como obra de arte y declarando: “Mi mejor trabajo es Homenaje a Manuel Quintín Lame pero, no por mí, sino por él”.
Su primera obra exhibida —y su primer escándalo— fue un busto del ex presidente Carlos Lleras Restrepo (presidente en el periodo 1966-1970). El busto, hecho de sal —otro producto local, trabajado por el artista de manera muy rudimentaria, heredada de la cultura indígena chibcha— estaba en el centro de un acuario que, al llenarse de agua, empapó el espacio de exposición. Fue el comienzo de una trayectoria que es, en gran medida, el itinerario de una actitud. Eso quedó claro en 1973, con la cachetada que dio al curador y crítico de arte Germán Rubiano quien había dejado su obra por fuera de la selección del Salón Nacional de Artistas. La obra marginada Colombia Marlboro se terminó exhibiendo en la Galería San Diego y resultó ser el punto de partida de uno de sus emblemas que evolucionaría hasta la obra Colombia Coca-Cola.
Desde 1966 Caro gravitó alrededor del mundo del arte incluso antes de iniciar sus estudios universitarios, y tuvo contacto directo con personajes tan cruciales como el artista Bernardo Salcedo, quien había roto la tradición ganando un concurso de pintura con un ensamblaje que cuestionaba los significados del arte. Tras sus estudios que no fueron culminados, Caro se interesó en una manera diferente de comunicar, aproximándose a la creación artística a partir de la palabra. De hecho, antes de tornarse artista, entregó a Salcedo cuentos de su autoría para que fueran publicados en la revista Art-pía, que él dirigía.
El Antonio Caro artista es una extraña fórmula entre antropólogo y publicista que ha tenido el genio de jugar y fundir las palabras y sus diseños. La exploración con la tipografía de productos como los cigarrillos Marlboro o los “chiclets Adams”, permiten que la palabra se vuelva símbolo, suplantando su significante mercantil con connotaciones locales y populares. De forma ambivalente, Caro se permitió, a la manera de un Warhol, criticar y exaltar las sociedades mercantilistas desde una mirada criolla.
Esta nueva perspectiva generó una ruptura en la definición del arte en el ámbito local, aterrizando estrategias artísticas como el Pop y el Arte Conceptual, con una obra que no solo privilegia la idea por encima de la estética sino que utiliza la palabra como elemento clave. La intuición y el carácter de Caro abrieron la puerta para que los jóvenes cuestionaran su entorno artístico. Sus trabajos criticaban directamente a la sociedad y trascendían los valores formales del objeto como obra de arte, factor central de su apreciación hasta mediados de siglo XX en Colombia.
Por último, es esencial mencionar otra de las estrategias centrales del artista: la repetición. Al re-representar infinitamente su obra, Caro critica, como tantos otros lo han hecho, el mito de la obra única. Dentro de sus primeras muestras en la galería Belarca, hacia finales de 1970, hizo, por ejemplo, una muestra de fotocopias. Con esta estrategia abordó la reproducción del maíz, como materia prima, de diversas maneras: serigrafiado, a manera de móvil, como grafiti y en una estampilla que circuló oficialmente en 1992, año de celebración del quinto centenario del descubrimiento de América.
La repetición también la manifiesta a otro nivel, haciendo versiones de sus obras en diferentes contextos. Para él, si una pieza tiene suficiente solidez conceptual es válido que siga viva, circulando, en otros lugares desde los cuales será leída a partir de otros contextos sociales y culturales. Por ello el artista presentará En Madrid todo está muy caro, una versión de la pieza realizada originalmente para el XXVII Salón Nacional de Artistas de 1978.
La muestra que hemos decidido presentar en Espacio Trapézio, y que intencionalmente relacionamos con el Mercado Local, donde está ubicado, busca generar un diálogo entre ella y lo que puede significar simbólicamente en el contexto de un mercado donde precio, costo, imagen y producto hacen parte de la cotidianidad. La muestra se podría denominar antológica pues incluye varias de las piezas ya mencionadas y además presenta una nueva versión especialmente realizada para esta muestra, de Los precios subieron del 1 de enero al 1 de julio, obra de 1973.
María Wills. Comisaria
ÁNGELA CUADRA
Declaraciones
La intervención de Ángela Cuadra parte de un trabajo previo realizado en la residencia de creación FelipaManuela en 2012. Durante su estancia, la artista se comunicaba a diario con su vecina de enfrente, con quien compartía patio. Cada día tendía una frase y una vez tendida, solicitaba permiso a la vecina para tomar una fotografía desde su domicilio.
Declaraciones parte de la serie Home Front, título extraído de lo que durante la 2ª Guerra Mundial en Estados Unidos se denominó "frente doméstico", y englobaba las acciones que desde el hogar, concebido como "post of dutty" (puesto del deber), se pueden llevar a cabo para la defensa de la nación. La obra parte de una referencia histórica y evoluciona hacia una concepción más íntima, más vinculada a la historia de la propia casa. El componente gubernamental que tenía el frente doméstico se convierte en una decisión personal del propio individuo frente a un entorno que le es hostil.
En sus primeros trabajos, Ángela Cuadra parte del interés por el arte público, evolucionando hacia su polo opuesto, hacia un entorno más íntimo y personal enmarcado dentro del ámbito privado, trasladando el lenguaje de los medios de comunicación como modo de expresión en la intimidad. Se repliega a la casa como ámbito de actuación artística y se sirve de elementos de la vida cotidiana con fuerte valor doméstico.
Su obra gira en torno a las tensiones que surgen de la contraposición entre lo natural y lo artificial, lo público y lo privado, el todo y las partes, lo esencial y lo superfluo. Habitualmente trabaja con material preexistente que ya tiene una carga semántica y una historia, para dotarlo de un nuevo sentido, a través de su reelaboración y puesta en escena.
Ángela Cuadra, utilizando el potencial simbólico de la casa, trata de articular un discurso en torno a la domesticidad y sus implicaciones semánticas, así como su contrario, lo contestatario, lo que no se deja domesticar.
En Declaraciones, 2015la artista exporta esta acción al entorno de lo público. El balcón del mercado emula al balcón de su casa, y el mantel, a modo de bandera doméstica, emite un mensaje al otro lado del patio. La vecina del 3ºen esta ocasión es el habitante de espacio trapézio, la obra de Antonio Caro. Si desde la casa de FelipaManuela Ángela Cuadra trata de comunicarse con su vecina, en el mercado el intento de comunicación es con el artista y la obra expuesta. De este modo, traslada su home front al mercado y, a través del lenguaje, emite una declaración de intención comunicativa hacia la sala expositiva quedando a la espera de una reacción activa.
En palabras de la artista, “lo que más me interesa es la posibilidad de trabajar en un espacio que no sea puramente artístico, un espacio cargado de otras connotaciones como es Espacio Trapézio. Llevar el proyectoDeclaraciones, pensado para un espacio privado, al ámbito público, a un mercado, es una tesitura interesante que aporta a la obra matices nuevos. El hecho de trabajar con un artista que también utiliza la palabra en su producción artística, aporta a mi obra una dimensión de diálogo nueva, la transforma, abundando en un juego de significaciones nuevo".
espacio trapézio
Grandes Eventos, 11 feb de 2015
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