Las obras de Chino Benítez remiten a la metáfora, como vehículo para generar nuevas situaciones a través de imágenes conocidas. El resultado es que ante la imaginación y la realidad nos conduce a un desvío. Sus escenas con objetos reconocibles, manzanas, buzones, árboles, pero torsionados, a los que les inventa sombras imaginarias dan por resultado una imagen ambigua, onírica y delirante.
Las copas de los árboles, formadas por letras, ojos, son para Chino imágenes de los sueños, proyectos, pensamientos e ideas abstractas.
Se evidencia su profesión de arquitecto en la construcción y organización del espacio al proponer espacios escenográficos, teatralizados que recuerdan Dogville de Lars von Trier.
Los colores planos y los paisajes lunares de un planeta surrealista o metafísico requieren el acercamiento a una “comprensión imaginaria”. Hay cierta alusión a un mundo por venir donde todo se humaniza o todo se robotiza.
Arboles trasplantados y sin raíces, distintos, vivos, hablantes, humanizados. Los elementos...tienen una perspectiva jerárquica que se fijan en primeros planos contundentes, desafiantes aunque la elección de los mismos los hace inocentes.
Hay un juego escondido entre el discurso y la naturaleza, la retórica convencional aquí no vale.
La naturaleza habla, pero no con palabras… con vibraciones, colores y señales.
Lic. Adriana Budich
Las obras están disponibles para verlas en nuestra galería de martes a viernes de 14 a 19hs, y viernes de 12 a 16hs únicamente con turno.
Entrada actualizada el el 05 feb de 2021
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