Descripción de la Exposición
NOTA: LA FECHA DE CIERRE INDICADA ES SÓLO ORIENTATIVA.
Desde los tiempos más remotos, la terracota se ha trabajado con fines artísticos, religiosos y utilitarios. En Mohenjo-Daro, gran ciudad de la antigüedad, contemporánea a Egipto y Creta, se moldeaban figuras religiosas femeninas, elementos rituales como falos y vasijas de uso común. Allí han sido encontrados miles de pequeños cuencos de barro cocido que se usaban no solo para fines culinarios, sino también para quemar incienso y madera, medio útil para aromatizar y calentar las casas. Siguiendo una línea análoga de pensamiento, Rodrigo Callejas considera que el barro es sagrado y el tiempo de quema es como la vida misma. Ha trabajado la cerámica durante toda su carrera, reflexionando sobre un oficio que acompaña al hombre desde que los primeros grupos humanos se organizaron para habitar en comunidad. Por esto, amasar el barro, darle forma y quemarlo es un acto de fe, en la necesidad de compartir, en el valor de los oficios y en la continuidad de la vida, que se renueva con la elaboración de cada objeto como un acto de amor.
Para Callejas, la esencia del cuenco es su ser contenedor, su carácter de recipiente. Evoca ese primer gesto del hombre, en la oscuridad del pasado, de tomar una bola de barro, hacerla hueca y ponerla al fuego. Ese ‘hacer’ para poder beber agua y mitigar la sed, hace parte de la reflexión que motiva el conjunto de obra que nos presenta esta muestra. El ‘cuenco lleno de agua’ es un signo abierto y enigmático, disponible para que depositemos en él nuevos significados. Como posibilidad, alude a los mitos del mundo helénico, como el mito de Narciso, cuando la diosa Némesis lo conduce a un estanco de agua, donde la belleza de su propia imagen lo impulsa al suicidio. En términos más próximos a nuestra época, la instalación de Callejas habla de la resiliencia ecológica, es decir, de la capacidad que tiene la naturaleza para recuperar su equilibrio y restaurar los ciclos naturales.
El cuenco, la obra del fuego que contiene el agua, es el resultado de una técnica cuidadosa de manejo y combinación de las arcillas, precisión del secado, aplicación de óxidos y engobes antes de la quema y siempre sorprende el azar que surge de interacción de los elementos con las elevadas temperaturas. Maravilla la posibilidad única de trabajar los materiales puros que nos proporciona el medio natural.
Los ‘Acéfalos’, conjunto de cerámicas que el artista elabora hace más de dos décadas, hacen parte de la muestra. El rebaño de figuras sin nombre se inserta en la tradición alfarera antioqueña, de la cual hicieron parte artistas como Blanca Restrepo, Juan Camilo Uribe y Carlos Martínez, entre otros. Callejas ha sabido mantener vivo este medio tradicional, reinventándolo desde la perspectiva de una figuración contemporánea. La libertad del gesto, la fluidez de las superficies y la tactilidad se suman en estos extraños seres que nos propone Callejas al juego de arcillas y color.
La cerámica como medio artístico fue adoptado, a comienzos del siglo XX, por grandes artistas como Rodin y Gauguin, que se sirvieron de ella para revolucionar la forma de hacer escultura. Hay que recordar el amor por en barro de Picasso, que dio nueva vida a la jarra y al plato como objetos de arte; más próximos en el tiempo, la apropiación del medio por artistas como Ai Wei Wei, y Miquel Barceló, entre otros, han llevado el oficio hacia nuevos niveles conceptuales y experimentales de los procesos artísticos.
Fue Gauguin quien dijo: “busco la naturaleza inherente en cada material”. El carácter de la cerámica está en el gran calor que se requiere para transformar la arcilla en barro cocido. Calor y quema; en los tiempos que vivimos hace falta abrazar las tradiciones más antiguas como las formas de arte más acordes con la naturaleza. Necesitamos renovar nuestro pacto con el mundo, transformando sus materiales con gentileza y destreza, a sabiendas que polvo también seremos.
El tiempo de quema es el instante de transformación de la naturaleza, de la renovación del convenio con el orden espiritual. Callejas exalta el valor estético de la naturaleza sin artificios, de aquello que se nos presenta como es, al desnudo, como naturaleza y revelación.
Ana Patricia Gómez
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España