Descripción de la Exposición La obra de Manuel Romero Solano, es siempre el resultado de un mismo proceso metódico, lento y estudiado. En el interior de su taller, tras la puerta, hay un rótulo en el que se conmina a dibujar tres horas al día..., luego pintará hasta altas horas de la madrugada. Las paletas de color que predispone sobre amplias tablas de madera, ya son en si mismas una muestra de su magnífica capacidad de observación y conocimiento de la luz y el cromatismo, y nos lo hace ver como algo fácil y lógico. El resultado es siempre una riqueza de matices, monocromos en algún caso, siendo estos los más difíciles y sin embargo en otros se convierte en una explosión de reflejos y luces que nos invitan a penetrar en el interior del espacio representado. ¿Y cuáles son esos espacios? La temática recurrente para un hombre nacido y criado en el ecuador de nuestro maltratado planeta, son los bosques que se dan al amparo de las cuatro estaciones climatológicas, en contraste con el clima uniforme caribeño. Él se renueva pintando el frío y los troncos desnudos, pero también la voluptuosidad del deshielo en las cascadas de nuestro río Manzanares. En el inicio de su proceso creativo, en España, donde vino a seguir aprendiendo, atraído por la idea mítica de nuestra gran historia artística, podemos apreciar la estructura vertical de su pintura, buscando las luces del cielo, y sus árboles pegados al suelo en perfecto equilibrio y simetría. En contraste y de manera elocuente, en el actual momento es capaz de recrearse, asentando sus líneas compositivas en las horizontales de una lámina de agua, rota o no, en miles de sitios por cascadas que trasmiten una idea bulliciosa de vida, que en definitiva es lo que nos regala con su trabajo este artista joven, pero maduro por su constancia, y al cual se ve evolucionar con más energía cada vez, haciendo de la humildad su mayor herramienta. Ante nosotros, visitantes y curiosos, la pintura de un retratista de la luz que cree de manera firme en su trabajo y se sabe artista consagrado, abriendo en esta sala las ventanas a la realidad más sensual de la naturaleza.