Descripción de la Exposición
Es a partir de la reflexión y sin dejar de lado sus anteriores experiencias, fundamentalmente como todo el arte que se produce en nuestra contemporaneidad en la reconstrucción de las estéticas que calificaron la plástica de las vanguardias históricas, que Daniel Aragoneses inició no hace mucho, quitándole protagonismo a lo gestual e incluso valorando el hallazgo accidental pero convencido de que la obra de arte empieza creando su estructura, la que Luis Cañizares definió como inmersión en las profundidades del ser.
Sacándole partido al automatismo psíquico para que el bípedo engreído que todos llevamos dentro de nuestras cabezas se vea a sí mismo tal cual es y actuar en consecuencia, va a proponerse una obra que resulta tanto de las reverberaciones de su yo más escondido como de los efectos caóticos de la depresión social, económica y sanitaria que padecemos en la que los grandes conceptos como el de eternidad han saltado por los aires al igual que desaparecieron en la práctica, pese a los avances tecnológicos que lo califican, las ideas de progreso y de bienestar predominantes en los primeros años del siglo que nos acoge.
Así y conteniendo su fantasía para no confundir la realidad con la ilusión que crean los sentidos, conjugando las superficies sobre las que actúan los mismos elementos parametrizables que caracterizan y condicionan la práctica de la arquitectura, y con plena consciencia de que en el arte debe prestarse atención preferente al cómo se cuenta lo que se cuenta, esquivando lo homogéneo y lo consensuado, componiendo como Velázquez con la luz y con la atmósfera, valorando la fragmentación, la solidez matérica y haciendo vibrar los ritmos interiores que revitalizan el plano, es como Daniel Aragoneses ha realizado las obras que presenta en esta exposición.
Antonio Leyva. Escritor y miembro de las Asociaciones Española e Internacional de Críticos de Arte.