Tres mentes, tres personalidades, tres lenguajes, imágenes que seducen pero perturban. El numero tres es el signo de la expresión artística, sociabilidad, superficialidad y espíritu derrochador. Símbolo de la comunicación, la interacción y la neutralidad. Es un signo muy usual, en costumbres, creencias y ordenamientos que imperan en la conciencia humana.

Hechos subrayados por la composición, un equilibrio minucioso crea espacios de calma. Imágenes que seducen el dramatismo psicológico. Paisajes mentales, y la sensación misterio es una constante, una consecuencia. Inocencia, sexualidad y detalles meticulosos que exploran procesos cambiantes y fugaces del pensamiento.

Noble y espiritual, logrando la máxima expresividad en sus personajes. Martin SORGI nos invita a mirar detenidamente e intentar esa búsqueda del destello de la emoción. Dos factores que rodean un tercero, trípticos revelando doctrinas olvidadas. Desarrollan su fábula sin ... restricciones y revelan una historia a través de sus decesos.

Niñas románticas y misteriosas envuelven la obra de Celeste LEDEZMA, sin embargo en escenas inocentes casi perturbante, con una carga sexual acoplada de infancia/dolor, logrando representar el carácter brutal y sangriento a la perfección.

De miradas penetrantes los niños y adultos, dentro del universo grotesco que aplica en sus dibujos Marcelo BALQUINTA, nos invita al universo único, no lineal. Recorriendo espacios vacíos, minando la estabilidad de la forma. Rostros suspendidos en la actividad de la imaginación, discutiendo internamente todas las cuestiones significativas, recordando en una constante que somos piezas únicas de la razón.