Descripción de la Exposición
FECHA DE CIERRE SIN CONCRETAR.
La frontera entre EE. UU. y México ha sido noticia de primera plana y el tema de un acalorado debate desde que Donald Trump declaró por primera vez como prioridad principal construir un muro a lo largo de la colindancia de casi 2,000 millas. Desde entonces, las medidas más duras contra la inmigración, junto con un aumento dramático en el número de centroamericanos y sudamericanos que buscan asilo en los Estados Unidos, han creado lo que muchos ven como una crisis humanitaria, y lo que otros perciben como un problema de seguridad económica y nacional. El artista conocido como ERRE (como en la letra “r”) ha estado abordando la frontera en su trabajo durante más de tres décadas, examinando su historia, a menudo olvidada, cambiando los contornos y sus implicaciones sociales, económicas y políticas. La casa de ERRE no está lejos de la garita de San Ysidro, el pasaje principal entre las dos ciudades en que vive y trabaja Tijuana y San Diego y que él llama su hogar, una de las fronteras más concurridas del mundo. El flujo interminable de personas y bienes, en ambas direcciones, destaca los vínculos inextricables entre las dos ciudades, así como los de México y los Estados Unidos de manera más amplia.
Para aquellos de nosotros que vivimos lejos de la frontera sur del país y para quienes la idea del muro puede parecer una abstracción política, ERRE aporta a MASS MoCA una imagen palpable de la barrera existente que forma parte de la vida cotidiana en la región fronteriza y la cual es parte de las constantes negociaciones de identidad, que dividen a las personas entre este país y aquel, documentadas e indocumentadas, es decir, “NOSOTROS” y “ELLOS.” Of Fence (2017) es una recreación escultórica de la estructura que ya es un poderoso hecho físico y psicológico en Tijuana, donde las casas, restaurantes y playas se topan contra la desgastada barricada. En MASS MoCA, el obstáculo del oxidado metal rojo de 36.5 metros de largo se combina con un muro de texto más pequeño: una estrofa del poema de Langston Hughes en 1936 “Let America Be America Again” [Que América vuelva a ser América].
Oh, deja que mi tierra sea una tierra donde
la Libertad
Está coronada sin falsa guirnalda patriótica,
Pero la oportunidad es real, y la vida es libre
La igualdad está en el aire que respiramos
Las palabras de anhelo del influyente escritor del Harlem Renaissance son tan aptas para estos tiempos como lo eran hace 80 años, cuando Hughes imaginaba la igualdad para todas las personas y anhelaba un sueño americano que fuera aplazado para muchos. El título de Hughes nos hace recordar el eslogan de Trump “Make America Great Again,” aunque las políticas actuales asociadas con él están muy lejos de la visión de Hughes de un futuro cuando “la igualdad está en el aire que respiramos.” La estrofa de Hughes nos recuerda el citado soneto de Emma Lazarus, levantado en una placa en la Estatua de la Libertad desde 1903, que dice:
Dadme a vuestros rendidos, a vuestros pobres, Vuestras masas hacinadas anhelando respirar en libertad…
Sin embargo, ERRE inmediatamente nos recuerda las palabras burocráticas que a menudo reciben a las personas en la frontera. En las puertas que conducen a la galería interior, las preguntas que los agentes fronterizos habitualmente hacen están cortadas en tiras de vinilo negro y dispuestas verticalmente como las barras de una jaula: “¿Dónde nació?” “¿Dónde vive?” “¿Cuál es su ocupación?” Estas consultas parecen sencillas, pero hacen poco para comunicar quiénes somos o reconocer capas complejas de identidad y nacionalidad, que funcionan como su propio tipo de barrera. De hecho, para muchas de las millones de personas que viven a lo largo de la frontera, o que viven en México y trabajan en los Estados Unidos (o viceversa), o para aquellos cuyos padres, hermanas o primos viven de un lado, mientras ellos viven por el otro, y para aquellos cuyos antepasados vivieron en lo que antes era patria mexicana pero ahora es parte de los Estados Unidos, las opciones ofrecidas en la frontera, como muchas nociones binarias de identidad, son insuficientes.
El compromiso inquebrantable de ERRE durante 30 años para exponer estas heridas y los abusos de poder se combinan con su impulso para establecer relaciones. Detrás de la galería interior, las obras más antiguas y más recientes expresan estos sentimientos. Sing-Sing (1999) es una jaula de hierro con forma de corazón. Dentro cuelga una cama, como una percha en una jaula. Llevando el nombre de la famosa prisión en las afueras de Nueva York, el trabajo reconoce que los apegos, el amor que sentimos por nuestros países, nuestras familias, pueden tanto protegernos como encarcelarlos. Burned Bridges (for Pablo and Efrén) (2019) fusiona dos tipos de construcción, uno simple y de apariencia precaria realizado con madera vieja y desgastada, el otro más moderno con una ingeniería más sofisticada y hecho en pino blanco de primer uso, pero al cual le hace falta el piso. Las dos mitades simbolizan algunas diferencias culturales entre México y los Estados Unidos y a la vez desafían expectativas y jerarquías ya aceptadas como válidas. Al ser quemada en el área donde los dos lados se unen, la pieza manifiesta el daño presente en la relación entre los dos países, mientras sugiere que los errores de uno repercuten invariablemente en el otro.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España