Descripción de la Exposición
El interés por la materialidad del sonido ha llevado a Tania Candiani, entre otras cosas, a transformar máquinas y aparatos anticuados en objetos sonoros. Sin embargo, su interés en la tecnología pasada no tiende a la nostalgia: se trata de una arqueología de los medios que, en el pensamiento de la artista, resiste a la noción de obsolescencia.
En 2015, Candiani experimentó en esta dirección con ocho ilustraciones del libro Utriusque Cosmi [La historia de dos mundos] (1617-1621), del renacentista inglés Robert Fludd (1574-1637). El título de la obra de Candiani, Engraving Sound [Grabado de sonido], describe el proceso: las imágenes se grabaron en placas de cobre para que los surcos pudieran ser leídos como ondas de sonido —como si se tratara de un disco de vinilo— y fueran emitidas después de ser procesadas en un sintetizador analógico. El ejercicio equivale a traducir la química en vibración sonora por medio del grabado. Como puede verse, la artista no se interesa sólo por el artefacto en sí mismo sino también por su potencial como instrumento conceptual. Candiani se orienta por una forma de producción de conocimiento, representada por Fludd, en la que sin trazo de jerarquía confluyen alquimia, teoría musical, ciencia, filosofía, teología, astrología y matemáticas. Los grabados de Fludd expresan sus teorías sobre la relación armónica entre el macrocosmos y el microcosmos en términos de una equivalencia musical presentada como una partitura del universo.
En 2019, Candiani regresó a este proyecto con The Sonorous Object, un ensayo visual que recorre los mismos grabados de Fludd a partir de experimentos ópticos como la refracción de luz en microscopios electrónicos y lentes analógicos. El repertorio viene acompañado de un collage que combina escritos filosóficos y científicos acerca de la percepción de la naturaleza, las matemáticas, el significado hermético de las palabras, el paisaje y el cosmos en relación con el estudio de los fenómenos acústicos y la física y electrónica de los instrumentos sonoros.
Si examinamos el guion, será notorio cómo la artista parte de un glosario para terminar conformando una suerte de manifiesto de la ecología acústica que exhorta a abrir canales para escuchar el “alma inteligente” de la Tierra. Candiani ha explorado en otras obras la potencia simbólica de la voz humana. En esta ocasión su objeto es más ambicioso, nada menos que la voz del planeta, esto es, las frecuencias sonoras de las vidas que habitan la Tierra, y que con demasiada frecuencia acaban silenciadas por el hombre.
Alejandra Labastida
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España