Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Esta obra pertenece a la serie Ocean Without a Shore (Un mar sin bordes), presentada a la Biennal de Venecia el año 2007. El artista toma el título del místico andalusí Ibn Arabi (1165 - 1240). En esta obra explora el umbral entre la vida y la muerte. Según el mismo artista habla de la presencia de la muerte en nuestras vidas. Una instalación paradigmática en la exploración de las transformaciones del ser humano. En la instalación, tres pantallas de vídeo crean una superficie para las imágenes dónde se trata el tema de la muerte intentando re-entrar a nuestro mundo. El umbral físico a través del cual pasan las figuras no es un efecto digital, sino una 'hoja' de agua en cascada. Ocean Without a Shore se instala originariamente en la iglesia de San Gallo de Venecia, un edificio del siglo XV, dónde la obra se fusionaba con la arquitectura y el espacio. Tres altares de piedra eran los apoyos por las tres pantallas de vídeo. Por esta obra, Bill Viola se inspira en un poema del siglo XX del poeta y narrador senegalés Birago Diop: Hearing things more than beings, listening to the voice of fire, the voice of water. Hearing in wind the weeping bushes, sighs of our forefathers. The dead are never gone: they are in the shadows. The dead are not in earth: they're in the rustling tree, the groaning wood, water that runs, water that sleeps; they're in the hut, in the crowd, the dead are not dead. The dead are never gone, they're in the breast of a woman, they're in the crying of a child, in the flaming torch. The dead are not in the earth: they're in the dying fire, the weeping grasses, whimpering rocks, they're in the forest, they're in the house, the dead are not dead. The Return es una obra que se fusiona plenamente con la Casa de la Vuelta de la Seu Vella de Lleida, antigua Catedral de la ciudad. Un edificio dónde el arte, la tecnología constructiva y la espiritualidad nos permiten acercar a la idea de privacidad y de enigmatismo con The Return. Un espacio severo, austero y espiritual, en un entorno sensorial cargado de simbolismo en torno la vida, la muerte, el resurgir de la vida, y la transformación de los espacios. Una antigua catedral llena de signos y de símbolos, de formas simbólicas y de morfologías de la forma, dónde el agua acontece la fuente de purificación del espacio. En palabras de Bill Viola (5 de julio de 2009): 'es la mejor instalación de mi obra que nunca me he encontrado'. Una catedral, un edificio dónde el agua ha acontecido un signo de purificación y de regeneración espiritual. Agua como redentora del alma y remisoria de los pecados. El agua entendida como fundamento del mundo entero, la esencia de la vegetación, elixir de la inmortalidad, repetición simbólica del nacimiento de los mundos y del hombre nuevo. El agua de la bendición que calmó la siete de los muertos al abolir definitivamente su condición humana. El agua que permito a las almas su libertad, pero que a la vez huyen del exceso de la humedad por tal de no entrar en el ciclo de la muerte. Agua canalizada a través de un circuito interno que enlaza con testigo a partir de las señales para las exequias de los difuntos. El agua celestial del orden superior recogida y canalizada a través de las gárgolas, de los pozos, de las picas beneitereas y de la pica bautismal. Circuitos de agua que recorren el interior más profundo del espacio sacra que enlaza con la Casa de la Vuelta dónde la Fundación Sorigué expone The Return. La obra y el espacio acontecen un único físico, donde el silencio es más puro que la palabra.
El jueves 30 de julio a las 22 h. se hará una visita nocturna especial. El evento ha sido organizado por la Fundación Sorigué.