En 1957 Ted Hughes publicará su primer poemario titulado “The Hawk In The Rain” (El halcón sobre la lluvia) con la editorial Haper Collins. Consiguiendo una gran cantidad de elogios que lo sitúan inmediatamente como una de las voces poéticas más importantes de su generación.
Este primer volumen marcará uno de los temas recurrentes en la obra de Hughes: el anhelo de la naturaleza. En muchos de sus poemas aparecen animales con un fuerte componente simbólico que alimentan esa búsqueda de acercarse a las energías primarias del mundo natural, pero al mismo tiempo lo que hacen es subrayar la distancia y otredad con ese mundo.
A este primer volumen pertenece su poema The Horses, que da título a la exposición y en el que cada uno de los artistas se ha valido para la producción de las obras que forman parte de la muestra.
[Ni una hoja, ni un pájaro– / un mundo...esculpido en escarcha. Salí del bosque // Donde mi aliento formaba retorcidas estatuas en la luz de hierro. / [...] Y vi los caballos.] (1)
El poema empieza en un bosque a la quietud del alba. El narrador parece huir de un “mundo gris esculpido en escarcha”, y de repente con la llegada de la luz al amanecer aparecen los caballos “enormes en el gris denso, diez juntos, megalíticos. Respiraban, sin moverse, con las melenas caídas y las patas traseras inclinadas, sin hacer ruido” indiferentes al mundo que les rodea, con una quietud y una firmeza que el poeta parece desear. El poema está atravesado por la nostalgia – producida por el distanciamiento del hombre con la naturaleza. Pero es mediante ese anhelo como el poeta consigue que la naturaleza siga habitando en su interior.
El narrador encuentra en los caballos, fuertes y firmes, resquicios de un todo con la naturaleza que a la vez él ha perdido y solo puede observar en ellos, “pacientes como un horizonte”. Un horizonte al que, por otro lado, nunca se termina de llegar. El poema termina cuando una vez alejado de este escenario, entre los ruidos de la ciudad, el narrador vuelve a recurrir ese recuerdo que sigue viviendo en su interior.
“En el estruendo de las calles atestadas, yendo entre los años, los rostros,
que aún encuentre mi memoria en un lugar tan solitario
Entre el los arroyos y las nubes rojas, escuchando los zarapitos, escuchando los horizontes perdurar.”
La quietud del poema de Hughes y la unión con la naturaleza aparece en la obra Destello de Miguel ángel Erba. Basada en los diarios de un grupo de nueva jóvenes montañeros que en febrero de 1959 murieron misteriosamente en una zona elevada de los Urales rusos conocida como la Montaña Muerta. Erba se basa en concreto en uno de los relatos de este grupo de montañistas en el que los jóvenes atisban a lo lejos “un tropel de cabellos salvajes” que vienen hacia ellos, pero conforme se van acercando presencian como los caballos pasan por su lado “como un río cuando rodea una roca y continúa su camino”.
Iryna Maksymova combina escenarios domésticos coloridos con criaturas exóticas, a menudo teñidas de magia, cuyos rasgos faciales se contorsionan en muestras de angustia o agonía, lo que anima al espectador a cuestionar los sentimientos de supremacía de los humanos sobre los animales. Su expresión figurativa sobre lienzo proviene de sus experiencias emocionales y los temas que afectan su vida.
Amy Bravo utiliza su herencia artista cubano – estadounidense para examinar el sentido inherte de dislocalización. En sus obras hay una búsqueda de algo que se ha perdida y que a la vez genera un conflicto en la imposibilidad de alcanzar dicha búsqueda. Primero por la perdida de los únicos antepasados cubanos que mantenían su conexión con Cuba, pero también por el distanciamiento tanto físico y emocional con una tierra que nunca ha visitado. Las figuras, en sus obras, actúan como avatares de familiares y amantes imaginados. Esta falta de familiaridad permite que el paisaje se vuelva más extraño e ilógico, como si fuera un lugar que pretende ser otro lugar.
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(1) Not a leaf, not a bird– / A world cast in frost. I came out above the wood // Where my breath left tortuous statues in the iron light. / [...] And I saw the horses:
Entrada actualizada el el 09 mar de 2022
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