La escultura regresa al MACT con la exposición Territorios de Piel de la artista María José Lavín, donde la mujer es vista por dentro y por ella misma; resignificando a la Venus, utilizando su imagen clásica y reviviendo su valor simbólico en la modernidad. La obra presente en esta muestra, trabaja con los lenguajes de la representación para transgredir con ellos la forma y representación tradicionales del género.
Antes la mujer era sólo mirada por el hombre. Venus símbolo del amor y la fertilidad ha sido recreada incontables veces en el arte a través de la mirada masculina. Sin embargo el amor y la fertilidad ya no pueden ser representados simbólicamente de la misma manera.
La propagación de la estirpe ha cambiado en estos tiempos de hedonismo; se prefiere el placer al sacrificio del cuidado y el tiempo que habrá que dedicarle a la progenie. En la actualidad el cuerpo femenino además...de constituirse en un objeto, también se transforma como símbolo.
Hoy, Venus es una forma donde lo que importa es primordialmente el sexo, el sitio de placer. Por ello la Venus ya no puede tener la substancia y densidad de antaño, sino que ha de dar la sensación de volatilidad. Son tiempos de cambio, de espacios congestionados, de necesidad de aire, de territorios de piel desgarrados, violentados, frágiles, vacíos...
Aunque en realidad las esculturas clásicas grecorromanas eran policromadas, durante mucho tiempo se consideró que eran blancas, proporcionándonos un ideal de belleza distorsionado que se transmite asimismo en esta muestra artística. Las vendas de yeso, a su vez tienen una condición de existencia transitoria y al mismo tiempo de inmovilidad y curación. Aludiendo al material de las esculturas prehistóricas de Venus, también se utiliza el barro como material. Se integra la repetición como concepto (aludiendo a la copia de la copia como los modelos clásicos). La abstracción de los torsos tendrá sus referentes en prótesis, cáscaras. Mujeres suspendidas, cayendo, cosidas, rotas.
Estas obras resultan de un proyecto artístico surgido durante la residencia de María José Lavín en el Centro de las Artes de San Agustín Etla en Oaxaca, mediante el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. Allí, conviviendo con escritoras también residentes, ocurre la idea de incorporar palabras de las autoras en la obra plástica de Lavín. Escritoras como Patricia Álvarez, Rosa Beltrán, Rocío Cerón, Ana Clavel, Ana García Bergua, Mónica Lavín y Cristina Rivera Garza participaron además en este proyecto eligiendo una de las obras e interviniéndola con sus textos.
Así, las Venus de la exposición Territorios de Piel son postmodernas; transgredidas por las cicatrices de la memoria. Son como una metáfora de vuelo y levitación, suspendidas para ingresar a otra realidad.
Entrada actualizada el el 10 feb de 2015
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