Descripción de la Exposición
El trabajo de Ugo Martínez plantea cuestiones relacionadas con las tensiones entre la teoría y la práctica en el campo del Arte Contemporáneo; y esto me hace pensar en las recientes observaciones de Jaime Vallaure en su Anatomía del Caos,[1] donde planteaba que los artistas de principios de la modernidad no sabían explicar lo que hacían; y que más bien, lo explicaban desde razones antiguas. Si bien es cierto que en la actualidad la parte teosófica de los Delaunay ya no interesa a nadie, para ellos sí resultaba esencial, puesto que poseían un pensamiento más “antiguo” que sus propias obras. Las obras iban por delante. ¿Será acaso que el mundo actual ha sustituído lo considerado en aquel entonces como “espiritual”, por otras razones también válidas?
Una de las paradojas del arte contemporáneo, es exigir que esos caminos se encuentren; que el artista gire sobre su obra hasta encarnar un discurso y de vueltas sobre sí mismo. La obra sola ya no basta, es un objeto más, donde lo importante es la narración, y que el narrador y lo narrado se encuentren en un punto medio. Pero, ¿qué sucede si aplicamos tensión y además un elemento de desconcierto? En este sentido encontramos el trabajo de Ugo, que se plantea como la prolongación de una discusión viva desde los albores de la modernidad en México, relacionada con la arquitectura y el muralismo: La Integración Plástica.
Si vamos atrás en la historia, al año 1929, cuando Juan O´Gorman construía su casa funcionalista en México y pocos años después la de Diego Rivera justo enfrente, vemos como estas construcciones rompían completamente con el estilo colonial, y tenían la voluntad de plantear una arquitectura social, de elementos mínimos, ligada a planteamientos constructivistas y con una idea diferente sobre la modernidad en el uso de los materiales; bastaría señalar la importancia de la difusión del uso del cemento en esos años.[2]
Otro artista de origen alemán, que dio una vuelta de tuerca a la integración plástica fue Mathias Goeritz, quien retomó el mural, el relieve y lo escultórico a partir de planteamientos abstractos, en claro conflicto con la escuela muralista mexicana. Su idea de fuerza partía de la arquitectura emocional, que de alguna forma también era una pedagogía como la que habían pretendido los muralistas, pero despojada de su carácter revolucionario. Sus hitos constructivos fueron el Museo del Eco y las Torres de Ciudad Satélite. Aquí, como apuntaba James Oles, se trataba del México del progreso, de la modernidad, de la visión optimista del futuro.
Las problemáticas planteadas en esta larga marcha del pensamiento y la práctica artística que se prolonga hasta hoy, siguen siendo fructíferas. Los interrogantes acerca de la relación entre teoría y práctica en el campo del arte, continúan siendo motivos de tensión; en tanto Ugo aplica a sus estructuras de base arquitéctonica, la materia pictórica que genera y argumenta estas tensiones, con un propósito no solo plástico sino también teórico, hasta lograr paradojas visuales de enorme materialidad.
Teoría versus práctica: teoría, práctica y plástica.
Fernando Cordero de la Lastra
Director de Galería Gráfica La Caja Negra y Comisario de la muestra Teoría Plástica
[1] Muestra de este artista, exhibida de mayo a junio del presente año en la Galería La Caja Negra, Madrid.
[2] Cementos Tolteca fue una empresa inglesa que en sus publicaciones y premios de la época, relacionaba este material con el futuro.
Teoría Plástica: del estallido a la integración
Cuántas veces, Ugo Martínez Lázaro (México D.F., 1974) se habrá visto en la compleja posición de ser un artista mexicano que no se proyecta desde los estereotipos que la mayoría espera; de verse cuestionado por la mirada occidental que busca en sus obras los vestigios de la crítica social del México violento o peor aún, lo folklórico y lo kitch. Desde su condición de emigrante, afincado en Madrid desde hace más de diez años, ha desarrollado una producción de notables cambios procesuales que responden a una búsqueda y recolocación del sujeto creativo a partir del enfrentamiento con el contexto europeo; en una huída continua de zonas de confort con la autoimposición del siguiente desafío dentro de lo experimental, hasta llegar a la presente serie de obras que en buena parte conforman la muestra Teoría Plástica, abierta al público en el Instituto de México en España (IMEX), desde el pasado quince de diciembre.
Teoría plástica plantea a través de la sencillez de lo cotidiano del autor, un diálogo entre tradición pictórica mexicana y contemporaneidad que se fundamenta en la concepción de piezas escultóricas e instalaciones portadoras de reminiscencias tanto del barroco americano, del muralismo, como del arte mínimal, a modo de superposiciones de influencias, de estratos culturales y estéticos que han contribuido a la formación del artista; en este capas sobre capas se esboza un recorrido casi explosivo de lo nacional y local a lo internacional y global, llegando durante el proceso a reflexiones puntuales sobre dichas disyuntivas; capas sobre capas que también el artista emplea como principal técnica a la hora de aplicar la pintura acrílica sobre aquellas piezas en las que se pretende destacar la fuerza ancestral del color.
En toda la muestra, asistimos a un ejercicio de deconstrucción de aquellas naturalezas muertas y espacios colectivos que configuran la cosmovisión actual del artista; cual apuntes dispersos de íntimos bodegones, reinventa todo un imaginario a partir de sus inquietudes existenciales y en la percepción de identificar estados de ausencias; Ugo Martínez, ocupa en la brevedad del instante, esos vacíos personales y sociales que lo obligan a posicionarse desde la franqueza de un artista que no teme admitir su paso de la fascinación al estupor al realizar su obra; la constancia en ella, lo ha llevado a un discurso en equilibrio y abierto al cambio, donde la más compleja de las “teorías plásticas” convive indisolublemente con la voz de sus hijos al levantarse, o el ir y venir de sus pensamientos en pugnas, cuando va de camino al estudio, en esta ciudad, que ya siente suya.
Yaysis Ojeda Becerra, crítica e investigadora de arte (Madrid, diciembre, 2017)
Exposición. 12 nov de 2024 - 09 feb de 2025 / Museo Nacional Thyssen-Bornemisza / Madrid, España