Descripción de la Exposición
La “Teogonía” es la obra maestra de Hesíodo, poeta heleno del siglo VIII a. C. Un poema griego, el primero que intenta dar una explicación divina al origen del cosmos a través de genealogías de los dioses, con largas retahílas de nombres y recurso a ciertos mitos tradicionales.
Cuenta Hesíodo que fue visitado por las Musas en las laderas del Helicón, otorgándole una misión profética, la narración del origen o genealogía de los dioses con el objetivo final de demostrar que la clave del Universo está en el triunfo del bien sobre el mal.
La obra de Julie nos sugiere que, tal vez, las Musas la visitaron y realizaron un encargo que ella transmite a través de sus tintas sobre papel. Pero la de Julie no es una teogonía tan pretenciosa como la de Hesíodo. Ella no busca respuestas sobre el origen del cosmos, dado que hoy tenemos ingente cantidad de teorías sobre ello, aunque seguimos sin respuestas para las grandes cuestiones. Demasiada información y mucha confusión. Por eso Julie desarrolla su propia teogonía buscando su propio cosmos. Para ello recurre al ingente acerbo de información que acumula y que ha implosionado en su interior, fragmentando todo en piezas de puzle que hay que recomponer para poder obtener respuestas.
Hesíodo encontró en los mitos la solución, Julie indaga en las creencias de otros, en las deidades de pueblos antiguos, en la ingenuidad e inocencia de su infancia, para encontrarse a sí misma. Hesíodo buscaba una explicación religiosa, Julie un esclarecimiento sobre quién es ella, investigando en sus vivencias y recuerdos, convencida de que “todo tiempo pasado siempre fue mejor”, y en la seguridad de que encontrar su teogonía despejará interrogantes y cuestiones que la atenazan, impidiéndole vivir un ahora pleno.
Feldman afirma del poeta griego, que usa la ambigüedad y la asociación en lugar de la exposición directa. Así hace Julie, utiliza signos y formas ambiguas junto con otras reconocibles. Abundan los símbolos sexuales y es acentuada la percepción de que predomina el género mujer, como ocurre con el resto de su obra.
Las formas y el color de las pinturas de Julie, recuerdan a su admirado Matisse y su máxima de que la pintura tiene que tener el poder de generar luz, y el que las piezas deben llegar al equilibrio total entre forma y significado, dibujo y contenido, y que eso, en parte, se obtiene viajando, porque es un modo de “limpiarse los ojos”. Y ello, es mandato sagrado para Julie, por eso su vida es un viaje continuo a aquellos lugares que le recuerdan y reafirman su infancia feliz… su paraíso perdido.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España