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La forma circular de este edificio -apreciable también desde el interior- hace sentir que la escalera que lo recorre se prolonga más allá de la mirada y que el visitante se encuentra suspendido en su camino ascendente. Todo sugiere la idea de suspensión y fluidez, que da título a la exposición, y Eder Santos, para materializar estas sensaciones, se sirve del vídeo y la audio-instalación, rodeando la escalera de proyecciones y sonidos creados por el músico brasileño Paulo Santos. Asimismo, en la producción de la obra han participado la World Wide Visual Factory de Ámsterdam y la Vrije Academie ... de la Haya.

Para la puesta en marcha de esta exposición, una de las dos muestras organizadas por la Consejería de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, en el marco de ARCO, se ha contado con la participación del Museo de Arte Moderno de Bahía y la colaboración del Ministerio de Cultura del Gobierno de Brasil.

La comisaria de Suspensión y fluidez, Solange Farkas, es la actual directora del Museo de Arte Moderno de Bahía y creadora del Festival Internacional de Arte Electrónico SESC “Videobrasil”. Para esta ocasión ha propuesto la utilización del singular y atractivo espacio del antiguo depósito de agua del Canal de Isabel II como soporte de una obra site specific de Eder Santos.

La muestra surge del deseo de instaurar un diálogo con la historia y la arquitectura del propio edificio que la va a albergar. En ella se combinan imágenes, colores y sonidos; y en la cúpula se sugiere la continuidad de la escalera, a través de un conjunto de proyectores que generan imágenes de nubes.

Para esta creación, Santos se ha inspirado en el personaje mitológico A Bao A Qu, rescatado por Borges en el Libro de los seres imaginarios, y lo utiliza como hilo conductor de la obra. Éste es un animal ‘sensible a los valores de las almas humanas’, que habita desde el principio de los tiempos en las escaleras de la Torre de la Victoria y sólo cobra vida cuando alguien sube los escalones.

Siguiendo esta idea, el artista construye un ambiente envolvente y misterioso en torno a la escalera, con el fin de que el visitante sienta la sensación de ser perseguido y amenazado. Para ello se propone operar en el imaginario onírico, partiendo de sentimientos provocados por imágenes existentes en nuestro imaginario real y consciente. Este trabajo pone de relieve el carácter inmaterial, mágico, fantástico y alucinatorio de la imagen electrónica; y reitera, al mismo tiempo, el acento humanístico que caracteriza toda la producción de Eder Santos.