Supermartché es un homenaje a esos establecimientos que han modificado una parte de nuestras costumbres sociales. No es un homenaje al continente (perdón por la similitud), sino al contenido. Es un tributo al trasfondo del producto que, al margen de posibles situaciones políticas o sociales, conlleva horas de planificación y diseño por parte de muchos profesionales que, con su 'arte' y de forma anónima, trabajan para ofrecernos un producto sugerente. Cada obra de esta exposición representa un moderno bodegón, donde la apariencia externa del producto, su envoltorio, hace que, en algunos casos con seriedad rigurosa y en otros con un punto de desenfado, nos sintamos atraídos por lo que representa.

Personalmente ha sido un reencuentro con mis trabajos pictóricos de finales de ... los años ochenta, de tendencia más pop, pero utilizando para esta ocasión los recursos que me ofrecen las nuevas tecnologías de impresión y sus soportes. Aunque hay ocho obras que se presentan en papel de algodón, el resto están estampadas directamente sobre planchas de aluminio, utilizando tintas químicas y minerales que las hacen resistentes incluso a la intemperie. La aplicación de las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías ha sido una constante en mi obra en los últimos cuatro años, durante este periodo mi obra ha seguido un cierto paralelismo a la evolución de la estampación por procedimientos digitales, aunque sin olvidar otras técnicas tradicionales como la litografía o la serigrafía, utilizando tintas de pigmentación mineral encapsuladas con resinas y nuevos papeles preparados para soportarlas. Para esta exposición la innovación ha sido el soporte que he utilizado para la mayor parte de las obras: el aluminio. Si bien su ligereza y a la vez robustez le dan características idóneas para soportar una obra de arte, su estampación conlleva alguna complicación técnica que ha hecho de la preparación de las obras un verdadero reto.

El número total de obras presentadas es de 20, algunas de ellas múltiples, y una instalación, y su visión por parte del espectador asemeja al recorrido que cualquier persona puede realizar por un supermercado. Se inicia la visita cogiendo el carro de la compra para continuar por las diferentes secciones de productos, finalizando el recorrido con los productos elegidos, preparados para pasar por caja, ante la atenta mirada del empleado del mes.