El título de esta exposición parte de la idea de los artistas integrantes de SUPERFLEX de provocar una reflexión sobre las posibilidades de transformación a partir de la relación entre el arte y la sociedad. SUPERFLEX plantea que, contradictoriamente, el acto de corromper puede tener una función social positiva. En sus obras, este colectivo de artistas confronta de forma crítica el actual sistema económico global para incitar a nuevas formas de comportamiento utilizando herramientas o modelos que animan a los espectadores a copiar e intercambiar libremente mercancías, cuestionando la propiedad intelectual; películas que se centran en cuestiones políticas o económicas, así como piezas que permiten que el público participe directamente en actividades que desafían a la sociedad.