Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Amable, nos dice en su libro Amable Arias: 'La agitación anímica de Amable se plasma en unos paisajes estremecidos. Si los edificios dan la impresión de sostenerse a duras penas, también los campos aparecen convulsos como si un cataclismo cósmico recorriera las entrañas de la tierra. Los elementos arquitectónicos distorsionados muestran diversos ángulos de enfoque, que al oponerse unos a otros generan un gran desequilibrio. La sustitución del espacio real por otro en el que se integran varios puntos de vista no responde a un planteamiento conceptual como el cubista, sino a uno psíquico y emotivo. Tenemos la impresión de que el pintor se mueve con un desasosiego que acaba por trasmitirse al espectador'. Y también Carmen nos descubre el método seguido: 'Técnicamente Amable comenzaba por hacer un boceto muy rápido con el pincel para aplicar después el color a frotones. El interés por las texturas le lleva a emplear durante algún tiempo diversos tipos de tierras mezcladas con el óleo: una valoración de la materia que para él es uno de los aspecto más importantes de la pintura porque a través de ella logra transmitir el aliento vital del autor'. Las condiciones de trabajo no eran fáciles, madrugar para coger trenes o camiones de mineros, subir penosamente apoyado en las muletas monte arriba, y regresar por la noche después de pintar todo el día. Él mismo nos relata: '...Sabía y me daba cuenta de que todas mis diferencias tenían que darme una realidad o punto de mira diferente al común. Por ejemplo, un pintor sale, pone el caballete y pintará de pie o a lo más se sentará. Yo he pintado siempre en el suelo, en una cuneta, sobre piedra y cuando pintaba de pie mi inestabilidad me llevaba a un esfuerzo grande, por lo cual mi tensión se correspondía con esto. El ritmo y la velocidad eran dados por la situación. Así mis paisajes tenían que ser brutales en lucha con un fondo de delicadeza'. Hay un cuadro Paisaje sin firma frente al que yo -Maru- me pregunto algo, y luego me contesto que sí, que creo que sí. ¿Surge por vez primera en la pintura de Amable la ironía? Este óleo, pese a su título, va firmado tres veces, pero la grafía de la firma se enmascara con la pincelada del paisaje hasta tal punto que si no lo sabemos de antemano, es muy fácil que no lo descubramos. Y así como la firma puede ser un componente del paisaje, la figura humana, el retrato, también puede serlo. No estamos tan lejos de ser un componente más de la naturaleza viva. Y Amable, tan apasionado artísticamente por la figura humana, no la abandonará ni en sus épocas más abstractas. Quizá por eso sus retratos no son ojos, ni bocas, ni óvalos, sino líneas autónomas que parecen entrecruzarse de maneras contingentes, pero nos acercan a los personajes casi íntimamente, forjando otro paisaje, el paisaje humano. Y retomando a Amable: 'Para mí son dos los lenguajes, plástico y psíquico. No admito limitaciones en el artista. Debe manejar todo con la mayor capacidad. Debe poder expresarlo todo: la naturaleza, los demás seres y principalmente a él, su mundo interno. Dentro del yo encuentro que hay maravillas'. Maru Rizo, Donostia, 2013
Cerrada del 30 de julio al 2 de septiembre.
Premio. 09 sep de 2024 - 13 oct de 2024 / Madrid, España
Exposición. 25 sep de 2024 - 10 mar de 2025 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España
Formación. 15 oct de 2024 - 30 jun de 2024 / Museo Nacional Thyssen-Bornemisza / Madrid, España