Gigantes y diminutos protagonizan 'Strange Fiction', la nueva exposición del pintor chileno Víctor Castillo (1973) que podrá visitarse a partir del próximo 9 de mayo en la madrileña BLOKKER GALLERY, galería que lo representa en exclusiva en la ciudad. Dos cuadros de gran formato y una serie de 20 pequeñas pinturas compondrán la muestra con la que el artista recala de nuevo en España, antes de marcharse a Hamburgo y San Francisco para inaugurar otras muestras.

Para crear 'Strange Fiction', Castillo ha encontrado la inspiración en el libro 'Los viajes de Gulliver', de Jonathan Swift, una feroz sátira de la sociedad a través de ... una aparente obra infantil. Víctor Castillo se ha identificado con el ácido sentido del humor y con el espíritu crítico de Swift: 'La proporción distorsionada entre lo gigantesco y lo diminuto se presta también como perfecta metáfora sobre la escala del poder, el miedo, la corrupción, la crueldad, entre otras cosas, temas constantes en mi trabajo.' Política y sensualidad se dan la mano en esta exposición que vuelve sobre otro de los temas habituales en la obra de Castillo: La colonización de la cultura norteamericana a través de sus películas y series de animación. 'Los niños están absolutamente colonizados por ellas. ¿Qué alternativa tiene un niño que crece sumergido en una cultura impuesta, sin más opciones que los que los grupos de poder deciden? El fruto final para una mente complaciente que no toma conciencia es un inevitable adoctrinamiento. Un brainwash (lavado de cerebro) a gran escala. El mundo como un gran centro comercial con todas esas caricaturas sonriendo e invitando a los niños a consumir basura. Es el enajenamiento de Disneyland, de un Hollywood de guiones comerciales panfletarios y repetitivos hasta el sin sentido.'

Nacido en Chile en 1973, Víctor Castillo se ha afianzado como uno de los grandes exponentes del LowBrow y del Surrealismo Pop internacional, aunque él se escurre ante las etiquetas. Su universo pictórico es único, como los son sus dibujos, de fuerte crítica social y que se caracterizan por ojos huecos -'la ignorancia como ceguera', en sus palabras- y narices de salchicha, un elemento recurrente en su obra que 'nació de Pinocho y esta idea sobre la mentira. Luego fue mutando hacia narices de payasos, para finalmente convertirse en este extraño objeto carnoso y tan pop que es la salchicha'.

Tras su paso por Madrid, Víctor Castillo protagonizará una muestra a dúo con Heliumcowboy en el Art Space de Hamburgo. Luego va a realizar una gran exposición en solitario en San Francisco. Además, está diseñando una serie de juguetes de edición limitada para la Toy Art Gallery de Los Ángeles y el 15 de abril se estrena en el Gaumont Opera Teather el cortometraje 'Extreme Pinocchio' de Pascal Chind, donde aparecen en los muros de la casa de Pinocchio algunas de sus pinturas. Y entre sus proyectos de futuro, un sueño: hacer una película de animación, un terreno que 'siempre es una fuente de inspiración para mí'. Una carrera imparable de un artista cuya obra no conoce los límites ni las fronteras.