Nunca hubo tanta necesidad por la sustitución, como hoy. Los objetos, la arquitectura, las relaciones, están continuamente flotando con la urgencia por el descarte, en un movimiento aparentemente interminable de construcción y destrucción.
La artista plástica Adriana Rocha presenta la exposición STILL LIFE, mostrando pinturas y objetos que tratan de memorias, silencio y contemplación, reflejando esa intensidad de la alta velocidad con que todo es descartado y sustituido.
Como ya decía el sociólogo polaco Zygmunt Bauman, "los seres humanos estructuran sus vidas en la actualidad. Mucho más preocupante que la manera de comprar cosas nuevas, en la mentalidad actual, está la importancia de poder descartar lo más rápidamente posible lo que consumimos, así, se abre espacio para esa incesante e insatisfactoria búsqueda por lo que es nuevo. Los ejemplos de la "Modernidad Líquida", muy defendido por Bauman, son los rápidos escenarios que se transmutan en ciudades, cada vez más sin memoria, según...Adriana relata, "una arquitectura desfigurada por el uso de estructuras estandarizadas, o efímeras, las cuales rasguñan del paisaje urbana la historia, al optar por la reposición constante de sus elementos ".
Adriana Rocha buscó justamente un movimiento contrario a los tiempos contemporáneos, resultando en la nueva serie STILL LIFE, creando pinturas que pueden ser vistas como reescrituras, donde las imágenes se traducen con collages.
Esta exposición es el resultado de la experiencia vivida en una comunidad de la periferia de San Pablo, del paso del tiempo y el desgaste de lugares donde el tiempo parece ser eterno, paisajes inmutable, utópicos en su belleza y silencio. Desiertos, espacios vacíos, mares, cielos, lugares abandonados, fotos apagadas, nubes, cuya imagen está en constante mutación.
El origen de este proyecto
Hace unos 30 años la artista trabaja en una ONG, en una comunidad, que atiende a niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad ofreciendo alternativas prometedoras a sus vidas. Para que eso suceda, es necesario que ellos tengan sólo lo básico para reconstruir sus vidas y eso incluye una vivienda digna y con el mínimo necesario de seguridad y confort. Dentro de ese proyecto de vida, más de 500 casas fueron construidas, o reformadas en esos años.
Así surgió la serie STILL LIFE, "me pareció importante traer también la experiencia de la construcción de esas casas, de la destrucción de los antiguos barracones, del alzamiento de pequeñas y nuevas casas. Pedí a los moradores que me dieran cualquier pedazo de la vivienda anterior, una pared de madera, un pedazo del suelo, un tejido que servía como puerta. Mida de ese material como base de trabajo, escogí imágenes de plantas y vegetales como denominador común y trabajé sobre él con dibujos y pequeñas pinturas ", explica Rocha.
El motivo elegido traía la idea de renacimiento de algo que brota y se transforma. Esto se aplica a una semiótica y sus resignificados: algo que era basura transformada en objeto de contemplación. Al igual que la vida de las personas en sus nuevas casas y como el arte, que también continúa reinventarse ininterrumpidamente transformándose y recreándose, así como todos los ciclos de la vida.
Entrada actualizada el el 29 sep de 2017
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