Standing Wave, que en español es “Onda Estacionaría”, es un fenómeno de interferencia. El problema con la frase anterior es la palabra interferencia por cómo es utilizada en el día a día. Cuando pensamos en ‘interferencia’, habitualmente solo visualizamos su aspecto destructivo … y sí, claro. Pero, como todas las interferencias la secuencia es: construcción, destrucción, construcción, destrucción, construcción… y, en mi opinión, muchas veces es el patrón que se forma de esa secuencia, es lo más interesante. Y quizás lo único que en verdad es permanente.
Temática propuesta a los artistas
El ciclo vida-muerte-renacimiento; sin duda un problema muy antiguo, pero a todas luces inagotable. Tantas cosas parecen ser una metáfora de esto: el día y la noche, la secuencia de las estaciones, el mar con su rítmico nunca quedarse quieto, las piñatas, el sexo (famosamente), la revolución (cuando falla y cuando no), la selección natural, el viaje, las abducciones alienígenas,...el DMT y sus derivados, La Torre, las ruinas, las pandemias, la Historia, las historias, la experiencia religiosa, el ritual religioso, y, de hecho: la religión. Aquel intento del espíritu humano de crear una solución sistemática para un problema imposible de solucionar. Y es que también la inevitabilidad de la muerte es quizás una de las cosas más difíciles y más importantes de confrontar. Sin pretender ser antirreligiosos necesariamente, hoy nosotros también ofrecemos una manera de lidiar con ese problema imposible, pero es una manera distinta. Nuestra propuesta es más bien a-sistemática, pero, como ciertas religiones: también hace uso del vino (o la chela, no hay que ser excluyentes).
En colaboración con Heart Ego, Galería Hilario Galguera y Galería Patricia Conde reunimos el trabajo de 39 artistas en una de las joyas arquitectónicas de la ciudad, ubicada en Santamaría de la Ribera.
Curaduría Mateo Pizarro, Co-curadores Stephanie Ferguson y Robert Moore.
Entrada actualizada el el 09 feb de 2022
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