Descripción de la Exposición
En el verano de 2007, Paulo Escobar-Elorza comenzó una serie de pinturas realizadas a partir de imágenes de Santiago de Chile, descargadas desde una web de cámaras de vídeo-vigilancia emplazadas sobre la ciudad para el de control del tráfico. Lo que en un principio se trataba de un acto de nostalgia, mediante el cual Escobar-Elorza buscaba restituir a la ciudad de aquello que le era arrebatado por el dispositivo tecnológico, se fue transformando en una reflexión sobre la distancia de la mirada pictórica que hace posible el ejercicio de convertir un lugar cualquiera en un paisaje. De esta manera su obra se mueve entre el límite de lo figurativo y lo abstracto buscando ese mirar desde lejos de la tradición paisajista, que se constituye en metáfora de las relaciones, entre memoria y exilio, inmigración e identidad.