La exposición que presentamos del pintor Paco Ñíguez (Cartagena, 1959) conlleva un sugerente título que tanto en inglés, francés, español y alemán, mantiene una misma idea de significado en lo referente a los humores, vísceras y estados de ánimo. “Spleen” es, quizá, la palabra que mejor define el estado de melancolía desde su origen griego “splen”.
Sin embargo, no estamos ante una muestra individual en la que el artista reflexiona, doliente, sobre el estado de pandemia mundial que padecemos. Sino de una representación surrealista del subconsciente que brota de sus dibujos automáticos y de una postura irreflexiva, en la que prima la mente en blanco frente a un lienzo en blanco. Por este motivo la obra de Ñíguez es una continua biografía, de la que no llega a ser plenamente consciente.
El resultado estético de su producción está claramente relacionado con la pintura metafísica y surrealista. Conceptos como “el ser”, “la existencia”,...“el tiempo”… son preguntas que desde los inicios de la humanidad han sido formuladas para intentar llegar a explicaciones que nos ayuden a entender el tránsito de lo humano e, incluso, de lo divino. Quizá esta exposición que presentamos, y que estaba planteada antes de la pandemia, llega en un momento histórico apropiado, en el que parte de la humanidad vuelve a revisar sus principios básicos, sin poder evitar el mundo contemporáneo que le ha tocado vivir.
El propio artista nos habla de no tener una intención establecida cuando se enfrenta a un lienzo. No utiliza bocetos preparatorios, ni un tema específico a desarrollar. Solo se deja fluir en su primera pincelada sin controlar el resultado final de la obra, que él mismo desconoce. Estamos ante un concepto surrealista puro, en donde los símbolos subyacen en el estado metafísico más inquietante.
Su última exposición individual fue en el MURAM de Cartagena- España (2018-19).
Entrada actualizada el el 25 sep de 2020
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