Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Fiel a su iconografía particular surgida de un garabateo propio infantil, Carbonell presenta en Nueva York una obra de gran fuerza visual donde los rojos y naranjas protagonizan ese maravilloso universo que nos hace retroceder a nuestra más tierna infancia. Formado bajo la influencia del Expresionismo Abstracto y del Dibujo Automático de Cy Twombly, su obra ha podido verse de manera individual y colectiva en galerías de arte, instituciones y ferias nacionales, entre las que cabe destacar: Galería Arteinversión, Carmen de la Guerra, utopic_gallery y Museo de la Ciudad en Madrid; Centro de Arte de Alcoy (CADA), Centre Ovidi Montllor en Alcoy, IVAM-Centre del Carme en Valencia; Feria Estampa 2011 Madrid, Room Art Fair 2011, Madrid. Internacionalmente, su obra ha estado representada en: Affordable Art Fair Nueva York 2012, Feria de Arte de Dubai 2009, Feria Art- Event de Bélgica 2008, Feria de Arte Contemporáneo de Estocolmo 2005, Egiptyanmuseum El Cairo, 2006, en el Museo de las Américas, Miami, 2008. Su obra forma parte de numerosas colecciones tanto públicas como privadas. SPAINT es la primera muestra individual del artista en la galería, donde ya expuso de manera colectiva en mayo de 2012, y con la que estuvo representado en Affordable Art Fair (NY). Situada en el East Village, Art Angler apuesta desde sus orígenes en 2010 por artistas españoles. Así, la galería posee una vertiente joven con artistas como Xavi Carbonell y otra con artistas consagrados como Fetio, Farreras o Rafael Canogar. --------------------------- Xavi Carbonell Una serena complejidad Entender la pintura como un espacio para reflexión y la experimentación ha sido una de las claves que ha jalonado la trayectoria de Xavi Carbonell. Desde sus primeras exposiciones a mediados de los años noventa hasta sus últimos trabajos en Nueva York el artista ha sabido construir un lenguaje plástico propio, complejo en su proceso y transparente en su resolución, dotado de un glosario de particularidades tendentes a la depuración de la imagen. Y todo esto en un contexto, el del cambio de siglo, determinado un panorama de inusitada densidad visual donde la práctica pictórica parece haber quedado relegada a un estrato inferior frente a los medios audiovisuales y los soportes digitales. Esta férrea afirmación de la pintura en un escenario difícil para su evolución (asediada por el la ocultación y el decorativismo) ha hecho que, lejos de derivar su trabajo hacia la hibridación de medios, Xabi Carbonell haya decidido reactivarla desde vías expresivas netamente 'pictóricas': dibujo y color como herramientas claves para fijar expresivamente la imagen. Para los tratados del Renacimiento, el vocablo disegno no aludía simplemente a la idea del dibujo, sino, desde una perspectiva más amplia, al plan intelectual y práctico de realización de las estructuras mentales. Esta exteriorización del concepto a través de la línea llegará a ser dotada de un carácter casi sobrenatural por Federico Zuccari: mediante un anagrama, convertirá el término disegno en segno di Dio (el sino de Dios), es decir, la línea como la raíz misma de la creación. Quedémonos, de momento, en compañía de lo profano y observemos con detenimiento los trabajos de Xabi Carbonell: efectivamente, existe un plan general establecido, un rigor compositivo que no desvela sus cálculos y una eficacia en el trazo como índice de su pensamiento. Pero el dibujo también descubre en su obra la aplicación eficaz de la gestualidad inconsciente, un modo libre de estampar el torrente de formas que el artista archiva en su pensamiento. Abstracción automática para la elaboración de imágenes significativas; mecanismo para la invención heredero de los métodos azarosos de tradición surrealista pero controlado por la lógica de la propia pintura; hablamos, por tanto, de la combinación activa de orden y espontaneidad que aporta a sus trabajos una frescura que no deriva nunca hacia el desaliño o la confusión. Para Xavi Carbonell, el dibujo no es sólo la prueba de aquello que he visto sino, como expresaba Jean Clair: 'también lo que me permite ver, me asegura la posesión, lenta e irresistible, del ver'. Desde el punto de vista compositivo, esta libertad controlada afirma una imagen coherente pero libre de los códigos reguladores clásicos: el deseo de anular la visión central por medios que no sean el all-over expresionista es logrado mediante una compleja distribución de las formas por el soporte, si bien dicha distribución se encuentra mediada por una exquisita valoración del vacío. De este modo, Xavi Carbonell incorpora lo que no tiene medida, fractura la legibilidad continuad (no es su pintura, de ningún modo, algo narrativo) y, mediante un extraordinario ahorro de recursos expresivos, crea estructuras plásticas independientes que se relacionan por medio de la asociación estética. Por otro lado, en aquellos casos en los que el artista decide centralizar el signo visual y obedecer a coordenadas de equilibrio compositivo, el objetivo final es acentuar el carácter casi totémico, único, del tema plástico. La función libre de estos signos que se reparten por la superficie viene determinada por su relativa independencia del color, pues aunque la línea establezca unos límites la mancha no los asume de forma precisa. Esta desconexión evita al dibujo la condena de convertirse en mero contorno, activa la mirada del espectador - dividida entre dos impulsos direccionales próximos pero contradictorios- y estructura el espacio en múltiples niveles. De este modo, el color habla desde su propia identidad (tono, textura, transparencia) sin dejar de coordinarse con el resto de los recursos plásticos. Estas armonías y desarmonías cromáticas y formales son la culminación de las investigaciones que el artista ha desarrollado en su trabajo de los últimos años. Ante su trabajo más reciente, el espectador se enfrenta con una obra de alta complejidad que, pese a su aparente carácter abstracto, puede conservar la huella del referente figurativo. Esta nunca se revela de manera evidente, ni siquiera cuando el artista nombre a una obra o una serie bajo una palabra reconocible. Así ocurre en sus paisajes de Nueva York, donde no es posible hacer una lectura incontestable de aquello que estamos viendo. Y cuando el artista decida asimilar la morfología de un objeto concreto lo hará traduciendo su perfil a los códigos abstractos que predominan en su discurso. Este hecho no corresponde simplemente a una posición crítica por parte de Xabi Carbonell de la pretendida división moderna entre abstracto y figurativo (existe, es cierto, un cuestionamiento de los límites que seccionan el hecho creativo), sino fundamentalmente a un deseo de albergar en su trabajo múltiples horizontes formales y dirigirlos bajo su propia voz. Todos estos recursos hacen de su obra un mosaico rico en mensajes y sugerente en matices, situada en el borde de esa sima que separa, a veces a través de una sutilísima línea, lo bello de lo inquietante. Carlos Delgado
La muestra que recoge más de 20 obras entre pinturas y dibujos realizados por el artista en 2012 para esta exposición. Es la primera muestra individual del artista en la galería.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España