Catálogo
Descripción de la Exposición
Cayón tiene el placer de anunciar, en nuestro histórico espacio de Menorca, una exposición de Soto (1923-2005). Con más de cuarenta obras, que recorren el trabajo del creador entre 1951 y 2004, presentaremos una de las muestras más ambiciosas dedicadas a su trayectoria organizadas en los últimos años.
Durante su carrera, que se extendió a lo largo de cinco décadas, Soto desempeñó un papel fundamental en la redefinición de la obra de arte. Rompiendo con la convencional separación de pintura y escultura, su práctica se movió progresivamente más allá del ámbito visual para hacerse emblemática en el giro radical que daría el objeto artístico en años posteriores.
Trascendiendo la investigación óptica de sus inicios, Soto desde muy temprano comenzó a interesarse por el arte geométrico y el constructivismo, conceptos que entonces se hacían eco desde Europa. Muy pronto, en París -donde desarrolla gran parte de su obra desde su traslado a la capital francesa en 1950-, expone en el Salan des réalités nouvelles y conoce a personalidades como Vasarely, Yves Klein, Jean Tinguely o Alexander Calder, pasando a formar parte de primer grupo de artistas cinéticos desde muy temprano con la célebre exposición "Le mouvement" en la Galería Denise René (1955). En este contexto, se involucró, con el tiempo, en la exploración del tratamiento del espacio tridimensional.
Esta exposición, que ofrece el ejemplo idóneo de una cuidada retrospectiva, se encuentra estructurada en torno a la concepción que el artista defendía de la experiencia estética en términos de temporalidad, intensidad y participación del espectador, pretendiendo ser una oportunidad para reexaminar la trayectoria de una figura visionaria, que transformó el arte de la segunda mitad del siglo XX.
Se podrá ver, de este modo, la evolución desde sus primeras obras parisinas que corresponden a su preocupación por crear superficies de dinamismo visual en base al color, la forma geométrica y la ambigüedad forma-fondo, como en Maquette de Mur optique (1951).
A pesar de esto, Soto intenta ir más allá de la representación bidimensional con el fin de introducir el movimiento. Siguiendo este procedimiento, Soto realiza sus primeras obras llamadas Vibration, obras constituidas de marañas de hilos de metal sobre una superficie estriada (la trama), creando así el efecto "moiré" -tratando el espacio como una simplificación de lo tangible, como una materia plástica-. Claro ejemplo de ello es Structure 8/anche (1960), una de las obras, sin duda, más especiales de la muestra.
Sin embargo, Soto va radicalizando y sistematizando la utilización de esta trama como soporte; superpone elementos diversos (varillas metálicas suspendidas y móviles, o cuadrados de metal ya pintados previamente con excelente precisión) que aparecen y desaparecen creando un juego óptico en un movimiento claramente ilusorio, virtual, nunca real, dejando entrever un espacio "intersticial": el vaivén de lo invisible y lo visible, de lo material y lo inmaterial.
Es aquí cuando comienza a ver mucho más allá de la superficie plástica, llegando a incluir de una forma aún más determinante al espectador en sus obras de arte, confiándole un papel activo y fundamental en el nuevo objetivo focal de su obra: sin espectador, la obra no existe. El espectador pasa a formar parte intrínseca y material de la obra.
«Anteriormente, el espectador se situaba como un testigo exterior a la realidad. Hoy en día sabemos que el hombre no se encuentra en un lado y el mundo en otro. No somos meros observadores, sino partes constitutivas de una realidad que sabemos hormigueante de fuerzas vivas de las que muchas son invisibles. Estamos en el mundo como peces en el agua: sin distancia de cara a la materia-energía; DENTRO de ella y no FRENTE a ella: ya no hay más espectadores, hay sólo participantes [1].» Así, la exposición se completa con uno de los singulares Penetrables, piezas activadas por el movimiento del visitante generando una ilusión cinética, lo que deja entrever su preocupación por la reducción de la materia a su esencia: la energía [2].
Como el artista declaraba: «Es la revelación (el Penetrable) del espacio sensible, eternamente pleno de los más puros valores estructurales, tales como la energía, del tiempo y el movimiento». En resumen: una realidad reducida a su estructura básica.
La exposición tendrá, a partir del mes de septiembre en nuestros dos espacios madrileños, una continuidad conceptual, puesto que por primera vez se realizará una exposición dedicada en exclusiva a la serie de obras de Soto constituidas con una forma metálica en forma de T. Se trata, esta serie de piezas con la T, de obras especialmente vibrantes e ilusorias.
Las muestras de Menorca y Madrid, por tanto, no serán una continuidad, sino un complemento la una de la otra.
La obra de Jesús Soto forma parte de la colección permanente de destacados museos internacionales como la Tate Gallery de Londres, el Centro de Arte Georges Pompidou de París, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, o el Museo Nacional de Arte Contemporáneo de Seúl.
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[1] Soto en Jean Clay: «Les Pénétrables de Soto», Robho, n°3, París, 1968.
[2] Jesús Soto, 17/03/2024. URL: https://jesus-soto.com/
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