Descripción de la Exposición
Ya en 1994, con motivo de la que podríamos llamar su primera aparición profesional en la escena artística madrileña, (Centro de Recursos Culturales de la Comunidad de Madrid en Avenida de América), Fernando Huici hablaba de la economía de recursos que ponía en práctica Teresa Moro, la artista que estrena esta nueva serie de proyectos expositivos que Minim pone en marcha en su sede del Paseo de la Castellana 92.
La teoría del “menos es más” tiene, no cabe la menor duda, en Teresa una importante valedora.
Es verdad que la mayoría de sus obras, desde entonces hasta hoy, se caracterizan por la parquedad. Una imagen, generalmente central, aparece en la mayoría de las ocasiones sobre la superficie del lienzo o el papel, en un claro ejercicio de representación de un extenso número de objetos que la artista ha ido recopilando a lo largo de su vida. Como si de un “muestrario” de objetos personales se tratase. Término que, por cierto, sirvió para dar título a una exposición en el Club Diario Levante, en el año 2000.
Pero el espectador que se sitúe frente a estas imágenes, en cierto modo desvalidas, podrá obtener mucho más que una simple experiencia estética que pivota sobre unos recursos estilísticos difícilmente mejorables. Hay mucho más que excelente dibujo, dominio de la luz, uso exquisito del color, superposición de múltiples capas, sutiles veladuras, etcétera, que sólo ponen en evidencia su maestría en el oficio.
El gran vacío alrededor de los objetos, la atmósfera misteriosa que los rodea, su soledad, la ambigüedad, la ausencia de figuras humanas, una cierta melancolía, e incluso una carga de ironía, provocan que la obra nos susurre al oído que debemos desvelar el misterio que tras la escena se esconde. Una invitación a que nuestra imaginación haga todas las aportaciones de las que sea capaz.
Desde aquellos años, finales de los 90, la mayoría de los objetos representados por la artista eran elementos de mobiliario, tanto urbano como de interior de grandes establecimientos de concurrencia humana, así como de ambiente doméstico, pero todos ellos de carácter anónimo. Sillones, mesas, sillas, asientos de aeropuertos o estaciones de tren, bancos en la calle, etc. Un recopilatorio de muebles que Teresa eligió porque intuía o sabía a ciencia cierta que habían vivido innumerables experiencias junto a seres humanos. Dolorosas o felices, quien sabe, pero resulta sospechoso que la artista no haya querido recordar la presencia humana que en algún momento hubo junto al protagonista de sus obras…
Sin embargo, es en el año 2013, cuando la obra de Teresa da un cierto giro hacia una humanidad que antes había desdeñado. A partir de ese momento, los muebles y las estancias donde se insertan, tienen ya nombre propio: el de los artistas a los que pertenecen o han pertenecido.
Teresa pasa pues a representar el ambiente doméstico de sus compañeros contemporáneos y también el de sus referentes históricos, de manera que, junto al mueble de pintor de Dis Berlín, podremos contemplar escenas del estudio o el hogar de pintores como Hopper, Matisse, Calder, Morandi, Magritte, etc.
No deja de resultar curioso que esta exposición, o este proyecto expositivo, mejor dicho, con el que MINIM da comienzo a su incursión en el arte contemporáneo, se conforme con el trabajo que Teresa Moro dedica a escenas de interior, en las que el mobiliario, a veces diseñado por los propios artistas plásticos, otras firmado por diseñadores amigos o contemporáneos y otras, anónimo, se erige en el protagonista de ellas.
María Escribano, en un magnífico texto escrito para la pintora en el año 2000, cita a Gyorgy Lukács, quien asocia la aparición del mundo interior del individuo, de su autoconciencia, con la conformación de la casa en los inicios de la modernidad.
“El amueblamiento interior de las casas apareció junto con el amueblamiento interior de las mentes”
Exposición. 13 dic de 2024 - 04 may de 2025 / CAAC - Centro Andaluz de Arte Contemporáneo / Sevilla, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España