Descripción de la Exposición
En la obra de Avelino Sala (1972) nada es nunca lo que semeja ser. Así lo certifica la propuesta presentada para el Konvent. Sala, aún excelente dibujante, apuesta para este espacio por un conjunto de piezas donde predomina el trazo apropiacionista de objetos, transmutados en máscaras conceptuales a través de las cuales se atisba otro mundo, sin duda un mundo infeliz. Para Avelino Sala el espacio expositivo no es un lugar donde desplegar las dotes de seducción con el fin de atraer al espectador, sino más bien un campo de guerrilla urbana donde ubicar barricadas, muros, disturbios, cuentos revolucionarios de otro tiempo que ya no es.
Si Picasso dijo que los grandes artistas robaban -él mismo lo hizo con el verso de T. S. Eliot “immature poets imitate; mature posts steal”-, en el caso de Avelino Sala el procedimiento más aproximado para definir su comportamiento artístico sería el del hackeado de la realidad. En Sometime Never piratea el título de la novela homónima de Roald Dahl para desplegar uno de sus ensayos sobre los tradicionales mundos perfectos, las utopías. Así, los juegos de las apariencias se multiplican indefinidamente hasta situarse en las orillas de la reflexividad o la puesta en abismo. Y lo que está fuera del tiempo (ucronía) se dispone junto a lo que está en ningún lugar (utopía) para configurar una máscara que expresa su propia tautología, como en Lista Forbes (2018), Larvatus prodeo (2016) o Por cojones (2018: lo que se muestra es simplemente la superficie fenoménica de las cosas obligando al espectador a posicionar su percepción desde un foco político.
A pesar de lo que pueda parecer en un principio, no hay mucho de la sensibilidad posmoderna en la obra de Sala; justamente al contrario, existe una vigorosa persistencia de la narrativa y la literalidad en su trabajo. En efecto, los relatos resultan ser un componente esencial para comprender en profundidad la práctica discursiva de Sala, pues una parte nada desdeñable de sus piezas e instalaciones comparten el denominador común de funcionar en tanto que micronarrativas; fragmentos de la historia pasada –Museo simbólico (arqueológico) de la Revuelta o Barricada (2018)- o del porvenir, como The (New) Religion (2018). Pero también existen relatos de un tiempo futurible si se dieran las condiciones necesarias para un período nuevo, apocalíptico, como esa “fábula para superhombres” que se desprende del subtítulo de la exposición.
Texto de David Moriente