Descripción de la Exposición
Esta exposición forma parte de la sección oficial del festival PHotoESPAÑA 2023.
Una incursión en el cuerpo, propio y ajeno, como recurso temático, estético y experimental en la investigación artística de tres grandes fotógrafas.
Estas obras registran un abanico de intenciones visuales y conceptuales alejadas en tiempo y contexto, que van desde aproximaciones puramente formales de lo corporal hasta la encarnación de posiciones de crítica social y denuncia política; sin embargo, manifiestan el constante instinto de las artistas por abordar cuestiones relacionadas con el cuerpo a lo largo de la historia del arte.
Somebodies presenta la obra de Imogen Cunningham, Sanja Iveković y Francesca Woodman, tres artistas centrales en la Colección José Luis Soler Vila (anteriormente Colección Per Amor a l’Art), cuyo trabajo emplea el cuerpo –en el caso de Woodman o Iveković, el cuerpo propio, y en el de Cunningham, el cuerpo ajeno – como recurso temático, estético y experimental en su investigación artística.
Imogen Cunningham (Portland, 1883 – 1976) es un nombre indispensable en la historia de la fotografía del siglo XX, cuyo estilo e imaginario ha influido notablemente en fotógrafos posteriores.
La obra de Cunningham atraviesa algunos de los movimientos paradigmáticos de la historia de la fotografía desde finales del siglo XIX: sus primeras fotografías de tintes pictorialistas contrastan drásticamente con sus fotografías de estilo directo, nítido y sin intervenciones realizadas en el marco del Grupo f/64.
Paralelamente, el retrato a personalidades de la época ha sido uno de los signos identitarios de su carrera, una tendencia que, a partir de 1934, confluirá con su incursión fotográfica en las calles de Nueva York, donde realizó fotografías de estilo documental.
Sanja Iveković (Zagreb, Croacia, 1949) es una de las figuras clave de la escena artística croata de los años 70. Su práctica artística, que abarca desde la fotografía y el videoarte hasta la instalación y la escultura, está profundamente marcada por su activismo político, feminismo, y sus vivencias personales ligadas a la caída del Muro de Berlín y la posterior desintegración de Yugoslavia.
Francesca Woodman (Denver, Colorado, EE.UU., 1958 – 1981) nace en el seno de una familia vinculada a las artes y empieza a experimentar con el lenguaje fotográfico a una temprana edad.
Su corta carrera como fotógrafa (Woodman se suicida en 1981, a los 23 años) deja a su paso una serie de fotografías donde predominan el autorretrato, el desnudo y los escenarios derruidos y melancólicos. El uso de su propio cuerpo sirve a Woodman para explorar su identidad, y se traduce en una serie de tomas en las que aparecen figuras femeninas espectrales que habitan arquitecturas interiores y delicadas puestas en escena de estética victoriana.