Descripción de la Exposición
“SOLIPSIS”
UN PROYECTO DE GUSTAVO MARRONE
BIG SUR, 2017
Solipsismo :1m. filos. Forma radical de subjetivismo según la cual sólo existe o sólo puede ser conocido el propio yo.
Por solipsismo se entiende la teoría filosófica que postula que la realidad externa sólo es comprensible a través del yo, ya que éste es la única realidad tangible, así como la imposibilidad de conocer la realidad objetiva, en caso de que ésta fuera real, de manera consistente.
SOLIPSIS es una reflexión sobre el adentro y el afuera. Lo privado y lo público. Lo racional y lo subjetivo. Una mirada siempre fracasada sobre la aprehensión de la realidad, siempre filtrada por el ojo que la mira.
Gustavo Marrone
BIG SUR agradece a la Galería COSMOCOSA.
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A dos años de haber presentado “HIPOcentro”, Marrone avanza e indaga en conceptos sobre las relaciones entre el sujeto y la realidad circundante.
En SOLIPSIS Marrone vuelve a poner en el centro la subjetividad. De ahí que retome la figuración, -aunque no suelta las frases-, pero la figuración de Marrone es suya y suya propia, no hay otra igual. Su figuración es su mayor afirmación del yo.
Si en HIPOcentro el énfasis de las “obras negras” de brea y asfalto estaba puesto en activar o desactivar el sentido o sinsentido de frases que enuncia “el sujeto” sobre la realidad que lo circunda a través de la fuerza y densidad que conlleva la intencionalidad de realizar un calado o sellar en letras de molde sobre soportes que remiten a objetos que en el fondo no están destinados a la eternidad (carteles sandwich, las inscripciones en las veredas de las calles hechas sobre el cemento aún fresco) las relaciones en juego eran las de “el individuo” y su incapacidad de aprehender las capas geológicas que subyacen en los sistemas sociales (y porqué no políticos) de “la” realidad que lo llevaron a expresarlas.
Como escribió María Moreno en el texto de esa muestra: “Dije que Marrone orgullece pero también degrada desactivando los “mensajes” con negro sobre negro o retrotrayéndolos a su pasado en construcción a través de planchas de esténcil en una especie de gráfica antiprensa . Es que el medio es el mensaje y todo eso pero el hipocentro (ver diccionario) también es la vertical profunda del centro de un terremoto cuyas ondas impedirían toda lectura. De ahí que las frases “seguro, seguro no hay nada”, “Puta vida” ,”viendo qué hay” sean como escombros semánticos , ecos publicitarios en una cabeza limada (¿o liberada?).”
En SOLIPSIS, en la instalación de dibujos, con la liviandad de la pincelada y la síntesis de sus figuras y frases estaría reconociendo la subjetividad como algo fugaz y relativo –claves de la corriente filosófica del solipsismo- De ahí que él aluda a “una mirada siempre fracasada sobre la aprehensión de la realidad, siempre filtrada por el ojo que la mira.”
Pero no fugaz y relativo para sí mismo, sino para el otro. Pregunta de manual de quienes cuestionan la corriente filosófica del solipsismo: ¿porqué razón necesita el universo del solipsista el lenguaje? Y ¿Porqué querría Marrone que el espectador “recordase la experiencia” llevándose consigo una imagen que es suya propia? ¿Es SOLIPSIS una manera de escudarse frente a la imposibilidad, fracaso, o duda de poder compartir su mirada de realidad con el otro, o es su mayor afirmación del yo, y su deseo subyacente de que su mirada sea compartida con el otro?
Pueden ser ambas cosas. Pero debe de tener bastante convicción en esa “mirada fracasada” y trasladar su “solipsismo” a la materialidad de un cuerpo de obra. Lo delata el haber rescatado materiales de deshecho y cubrirlos cuidadosamente con esmalte verde nilo, “orgullecerlos”-como diría Moreno- para que cumplan una función estética y no vuelvan al volquete. Sobre ellos, nombres de villas. “Villa Diamante”, Villa Banana”, “Villa Esperanza” “Villa Ciudad Perdida” “Villa Basura”. Pero no hay Villa Miseria. Sobre ellos también imagenes de paseante (sub) urbano (impresiones de paisajes a la manera de apuntes bucólicos en clave contemporánea). Y personajes, y personas, y situaciones, y pensamientos. A veces también reclamos: “Y vos también”.
Hay humor, hay juego, hay aturdimiento, hay tristeza, hay amor, hay situaciones corrientes, otras insólitas, hay denuncia, hay victorias y derrotas. Hay conceptos, y hay paisaje.
Pero el punto emotivo de la muestra se encuentra en uno de los óleos: “Tres Esperan” Tres cabezas de espaldas miran juntas y hacia el mismo lado una estrella brillante,brillante, pintada con tachas de mercería. ¿Están en una orilla frente al mar y la estrella que ven es estrella de mar? O están frente a un muro gris mirando al cielo? En ambos casos, no pueden avanzar. Tres esperan.
Disgregación- Y el solipsismo en ése óleo se evidencia en el acompañamiento del fondo azul a la figura de la derecha, no respeta su cauce natural sino que le comienza a rodear la cabeza, (como hicieron Munch o Van Gogh) y que también Marrone utiliza desde sus pinturas de sus años 80. En pintura académica sería un error imperdonable. En los solipsistas por defecto (y no por elección racional) como fue el caso de Munch y Van Gogh, esa relación de figura-fondo donde el fondo se acomoda a la figura, y que no es parte de la visión “natural” del ojo humano y que por la medicina sería justificable sólo por alucinaciones de un estado mental alterado o sufriente, fue la manera de expresar el dolor del mundo que se les viene encima. Pero ellos no fueron solipsistas racionales. –Fin de disgregación.
SOLIPSIS da continuidad a toda una línea de trabajo de más de 30 años. Desde sus dibujos de Barcelona a partir de los 90, su proyecto de Pancartas y estencils en Villa Fiorito en 2011, a sus series de Pinturas Parlantes…. Sujeto y urbanidad (o sub-urbanidad), la afectividad de las relaciones humanas y la mirada siempre aguda, alerta y sensible del contexto. Coherencia y perseverancia conceptual, en incanzable exploración formal que ya lo han perfilado como un artista referente e ineludible de nuestro presente.
Amparo Díscoli
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