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Exposición / Galería Clave / Del Pilar, 9 / Murcia, España
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Cuándo:
02 mar de 2007 - 27 abr de 2007

Organizada por:
Galería Clave

Artistas participantes:
Carlos Revenga

       


Descripción de la Exposición

Nacido al sur del Condado de Argyll al inicio de la década de los sesenta, su naturaleza se debate entre la doble ascendencia hispano-británica. Licenciado en Bellas Artes, comienza su aprendizaje sobre técnicas y materiales de manera precoz, una larga sucesión de cursos monográficos de especialización, incluidos de taxidermia, van configurando una sólida formación plástica que desde su inicio compagina con un dilatado aprendizaje teórico a través de cursos, conferencias, seminarios y cuantas posibilidades surgieran en su extenso proceso de formación.

Durante un largo periodo renuncia a la exhibición de su trabajo dedicando toda su energía a la observación y el análisis de las múltiples corrientes internacionales de la plástica contemporánea interrelacionada con las actitudes humanas, es una época de intensa actividad intelectual durante la cual realiza infinidad de colaboraciones crítico-literarias con diferentes revistas de arte europeas, comisaría exposiciones, imparte cursos de formación en varias universidades, y fundamentalmente se dedica a construir toda una serie de conceptos que tras largos años de experimentación desembocan en un lenguaje conceptual basado en la crítica de las actitudes sociales del hombre contemporáneo.

El medio que utiliza en sus obras está basado en una figuración absolutamente real y fiel a sus contenidos teóricos, donde animales y objetos, tratados a través de técnicas de escultura y taxidermia, son los protagonistas de cuestionar toda una serie de actitudes humanas donde queda en entredicho la auténtica posesión del adjetivo humano, planteando al espectador la eterna duda acerca del termino humanidad. ¿Es realmente una característica descriptiva de los seres humanos, o por el contrario podemos encontrarla con más frecuencia en esos seres denominados erróneamente “animales irracionales”?.

Carlos Revenga provoca al espectador atribuyendo actitudes humanas a determinados animales, actitudes frecuentes en la sociedad contemporánea que al ser descontextualizadas y otorgada la ejecución de las mismas a esos ¿irracionales seres?, cambia por completo la estructura del mensaje según la lógica tradicional. En ocasiones se interpreta como una corrosiva parodia de situaciones cotidianas, otras veces es una desgarradora llamada de atención sobre la crueldad que el ser humano es capaz de generar contra todo lo que le rodea, que tras ser interpretada por animales desprovistos de esa capacidad provocan una sensación de emociones y sentimientos contrapuestos, sin olvidar que el auténtico protagonista es el hombre y sus circunstancias aunque estas se presente a través de una parodia escenificada por otras variedades de animales, quizá mucho menos irracionales de lo que podíamos pensar.

Una instalación como: “Mascota para tiempos de inseguridad”, donde un tremendo león africano evidencia actitudes propias de un perro, comiendo en un cacharro de metal, de esos en que comen los perros, con algún hueso y algún que otro juguete esparcido por el suelo, nos está hablando de furia, de fuerza bruta, de violencia, pero no caigan en la trampa, no se refieren a la del león, nos está hablando de la del hombre, la del ser humano que se ve forzado a recurrir a la mayor fuerza que podemos encontrar en la naturaleza animal para defenderse de otros seres ¿humanos?. Sólo tienen que echar un vistazo a las últimas estadísticas sobre violencia, robos, violaciones, secuestros y asesinatos producidos en nuestro país en los últimos seis meses. ¿quién en su sano juicio se sentiría protegido teniendo en casa un simple perro como mascota y defensa?. No obstante, el ministro del interior manifestaba hace unos días en un importante diario nacional que los índices de delincuencia habían bajado un no sé cuantos por ciento.

El artista nos habla de muchas cosas en esta instalación, nos habla de la crueldad entre los hombres, nos habla del miedo, de la inseguridad del hombre provocada por la amenaza del hombre, de la mentira, de la manipulación que hace el hombre sobre la auténtica realidad, sobre la propia naturaleza del hombre. El león sólo es el medio, el soporte para hacernos reflexionar sobre el hombre. No caigan en la tentación de verlo como una anécdota, como algo divertido por la espectacularidad de su anatomía, quizá como algo impresionante por la proximidad de lo inusual, el león africano está ahí para hacernos pensar, para que veamos reflejada en él nuestra propia naturaleza.

Carlos Revenga no pretende autoerigirse como juez de nada, muchos de sus trabajos ni siquiera reflejan su forma de pensar ante el suceso en cuestión, Él simplemente nos propone situaciones reales para las que utiliza cualquier objeto o animal a su alcance, nos cuenta una historia pero nos deja totalmente abierta la puerta de la interpretación. Es nuestra responsabilidad absoluta la lectura que extraigamos de sus obras, así como los sentimientos que podamos generar. Podemos quedarnos en la superficie de la historia o por el contrario podemos penetrar en su interior, en cualquier caso, la experiencia merece la pena y si además llegamos a sacar alguna conclusión que nos haga un poco más humanos estaremos asistiendo a un fenómeno renovado de aquellas primeras premisas que encerraban las obras de arte creadas en otros tiempos, algunos ya remotos, donde el hombre comunicaba a otros hombres sus inquietudes, miedos, deseos o simplemente lo que había sucedido el día antes, a través de su arte.

Partiendo siempre de situaciones tan reales como que se producen diariamente en cualquier momento y en cualquier lugar, el desarrollo de las imágenes que nos propone el artista requiere de una pulcritud técnica llevada a su máxima expresión, hecho para el que Carlos Revenga recurre en determinadas ocasiones a un equipo de colaboradores especialistas en taxidermia con la finalidad de dotar a sus instalaciones de la máxima veracidad posible, en realidad lo que nos ofrece el artista es la idea, el concepto antes que un determinado virtuosismo que podría distraernos del auténtico mensaje que nos quiere transmitir, no obstante, la ejecución plástica de sus obras queda muy cerca de una perfección técnica para la que si es necesario, recurre desde el puro concepto del ready-made hasta la colaboración de los mejores especialistas para cada uno de los proyectos a ejecutar.

La iconografía de sus instalaciones no es un fenómeno desconocido para el espectador, aquellas antiguas fábulas de Esopo y otros tantos escritores y filósofos desde la antigüedad hasta nuestros días, otorgaban a los animales esas características supuestamente “humanas” que en este caso están evidenciando todo lo contrario, la deshumanización del hombre interpretada por unos animales que difícilmente caerían en esos niveles de deshumanización según su propia morfología. En ningún caso interpreten su lectura como una caricatura de las actitudes humanas, es mucho más dramático, es una crítica feroz hacia las constantes actitudes que el hombre desarrolla diariamente en un lento pero inexorable periplo hacia su propia deshumanización.

La verdadera angustia de un artista que nos habla del presente la podemos encontrar unos pasos más allá, ¿en qué acabará todo esto?. Carlos Revenga nos está hablando de su mayor preocupación, el futuro, un futuro incierto donde los valores del ser humano hayan dejado de serlo, un futuro que intenta cambiar a través de sus imágenes de un presente todavía con la posibilidad de cambiar su desenlace, no es una visión pesimista de lo que está por llegar, en realidad es una descripción objetiva de hasta que punto hemos llegado.

Su crítica hacia los diferentes estamentos del poder, desde una monarquía desprovista de un auténtico contacto con la realidad hasta unos representantes políticos impasibles ante las verdaderas necesidades del pueblo que los mantiene, pasando por el progresivo deterioro de la naturaleza, la crueldad con los animales, esas fiestas donde la tortura de seres vivos sigue siendo la diversión de un pueblo que no hace mucho tiempo atrás se reunía en las plazas para disfrutar de las ejecuciones de sus convecinos, ese maltrato generalizado de cuanto nos rodea, comenzando por nuestros propios hermanos, ese aprovechamiento desmesurado y absurdo de los recursos que condenarán a las futuras generaciones a un futuro inimaginable, toda esa barbarie ante la que permanecemos impasibles, ¿cómo podemos dejar que miles de niños mueran de hambre y enfermedad todos los días cuando podrían sobrevivir simplemente con lo que los afortunados habitantes de los mal llamados “países desarrollados” arrojamos a los cubos de basura?.

A muchos de ustedes no les va a gustar la exposición pública de sus propias conciencias, a nadie le gusta que le toquen en el hombro para recordarle “tú también eres responsable”, “tú abandonaste hace años un perro en la carretera porque ya no era un gracioso cachorrito para que jugase tu hijo” ¿sabes lo que sucedió después?. Tras varios días de deambular perdido por esa carretera donde le abandonaste sin agua ni comida, intentando comprender, no duden que los perros pueden comprender, ¿porqué le habían dejado allí?, solo, sin su manta, sin su amigo, sin nada que comer, intentando volver al que había sido su hogar ... cuando agotado, deshidratado y sin fuerza comprendió lo que estaba sucediendo no dudó en arrojarse bajo las ruedas del primer coche que pasó, esa limpia mirada de gratitud se convirtió en un despojo de huesos y sangre. No obstante, ese amigo de verdad fue sustituido convenientemente para la diversión de tu hijo por el último modelo de teléfono móvil que apareció en el mercado.

Esas son las historias que te va a contar este artista, un artista que no quiere entrevistas, ni fotos, ni homenajes ni más publicidad que la que sus propias historias sean capaces de contar. Por decisión propia no asistirá a sus inauguraciones, ó tal vez si lo hará pero de manera anónima. No le gustaría obtener una popularidad a título personal a costa de explotar los aspectos más miserables de nuestra sociedad, de nuestro mundo de todo aquello que nos rodea y no hacemos nada por evitarlo, por eso no conocerán los rasgos de su cara, ni le verán posando frente a una de sus instalaciones en las páginas de cualquier revista o periódico. Él así lo desea.

En fin, poco queda que añadir, un poco de resina de poliéster, pinturas, pelo sintético, pieles y plumas, escayolas, látex, madera, metal y unos cuantos objetos cotidianos para despertar sus conciencias. Instalaciones espectaculares para denunciar hechos igualmente espectaculares. Aún estamos a tiempo de comprender y actuar, los seres humanos no tenemos derecho a dejar de ser humanos, ¿a cambio de qué?, ¿por qué?, ¿para qué?. Disfruten, si pueden, el espectáculo debe continuar, y si cuando llegue a casa sólo recuerda lo bien hechos que estaba todos aquellos bichos... piense un poco, en realidad no fueron hechos para su diversión, fueron creados para hacerle sentir.

Vuelva a visitarlos, igual no los entendió.


Imágenes de la Exposición
Mascota para tiempos de inseguridad ciudadana

Entrada actualizada el el 26 may de 2016

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