Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Si un retrato es la interpretación, captación e individuación de alguien, me he centrado en investigar la diversidad de significaciones que permite el distorsionar la imagen.
Presenta una serie de acrílicos sobre papel con dimensiones variables, de entre 70 x 50 y 100 x 70 cm. y un lienzo de 200 x 150 cm.
De este modo, nos situamos ya en el trabajo reflexionando sobre la imagen según el tratamiento que demos a la misma.
Desde la adolescencia, en que pude por fin ver en directo el retrato de los embajadores realizado por Hans Holbein el Joven (National Gallery de Londres), esa misteriosa calavera distorsionada, apepinada, conseguida con los nuevos adelantos ópticos del momento, siempre me había parecido el no va más de lo enigmático. Aunque ya sé hoy que se trata de un alarde científico en la pintura, desde el punto de vista formal estamos ante un descubrimiento de gran inteligencia compositiva: algo que se adelanta en siglos a su época.
Es muy probable que Holbein el Joven considerase que, actuando así, resultaría más disimulado y discreto hacer mención de lo efímero de la vida.
En un tiempo de indolencia como el presente, cuando la muerte se percibe en términos de “siempre se mueren los demás”, debido al hábito virtual de asistir continuamente a la muerte en directo, lo real ya no produce escalofríos excepto en lo que concierne a uno mismo.
La invasión masiva de imágenes ha hecho que el territorio formal resulte familiar a todos, aunque sea de manera inconsciente. La distorsión funciona como acto subversivo contra la percepción habitual. En tiempos en que todo es un déjà vu, la distorsión contribuye, por las infinitas posibilidades disponibles, una nueva vuelta de tuerca, al hacer énfasis en lo de sobra conocido por todos, pero también apuntando hacia vías aún escasamente exploradas. La distorsión actúa en la medida en que a la vez altera ciertas categorías en el lenguaje. Puesto que las proporciones permanecen intactas y la intuición fluye, es como si nada hubiera cambiado. En ningún momento perdemos la noción de que lo que estamos viendo sólo se parece a la realidad. A veces la visión frontal de lo que llamamos real nos hace olvidar que no es más que una
ilusión, pero cuando los factores que componen la visión no desempeñan su rol habitual, la distorsión procede de la idea que la genera, es estructural. Por tanto, esa distorsión es efecto de una peculiar lectura de las imágenes.
Aparte de los retratos realizados últimamente, he introducido también alguna invención en varios que hice en el pasado. Todos buscan inscribirse en la tradición de lo pictórico, y el efecto déjà vu está servido. Pero todos, por sus características, actúan como un texto inédito.
Cuando menciono la tradición, incluyo sin duda la evolución de la imagen en general, ya que es imposible sustraerse al bombardeo de los media, al arte del siglo veinte y al día a día de esta nueva centuria. Intento exprimir lo obvio hasta sus últimos jugos y extraer unas inesperadas –aunque tal vez ínfimas– dosis homeopáticas de ansiada poética y belleza, sin olvidar el dolor, la frialdad y lo cómico.
Exposición. 26 nov de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 30 nov de 2024 - 01 dic de 2024 / Mara Mara Liburuak / Vitoria-Gasteiz, Álava, España
Raquel Bravo + Caliza (Introspektivas 2024 In Situ Art Festival)