Demasiado acostumbrados al arte pictórico, el visitante a galerías o salas de exposiciones, se olvida con frecuencia de que el arte puede encontrarse en los objetos más variados, especialmente los cotidianos, percepción esta que los artistas modernistas de principios de siglo XX, tenían como máxima, y que a principios del siglo XXI puede realmente llegar ser sorprendente.

La GÓMEZ TURU GALLERY ofreció los diseños para mobiliario de Jordi Milà, a través de la muestra Simbolismos, un conjunto de piezas - lámparas, sillas, armarios y colgadores, realizados en materiales como el acero, la fibra de carbono, madera, etc., llenos de dinamismo, belleza, esbeltez, e incluso ritmo. No son objetos inanimados. Parecen tener una extraña vida interior, gracias tanto a su utilidad como a la originalidad de conceptos aplicada por su creador. Incluso resultan sugerentes y sensualmente atractivos.

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Imaginación a raudales, buen gusto, absoluto vanguardismo en el diseño - no exento de ciertos toques surrealistas - y manufactura exquisita, dan a piezas como Secret Dune (un armario) Light Boxing (lámparas) o sus sillas a las que puso por nombre Hot rider, un sentido de especial belleza, a la cotidianidad de los objetos descritos.