Extender una silla plegable es tomar una pequeña extensión de territorio con la intención de ubicar nuestra atención en aquello que se encuentre en el rango periférico de nuestra mirada. Si nos sentamos en dos sillas plegables, frente a frente y cerca uno de otro, digamos a un metro de distancia, el mueble se presenta como vía para la posibilidad de una conversación. Si integramos a una tercera persona con su respectiva silla plegable, la cortesía de alguno o el silencio incómodo sugerirán la charla. Y si nadie ha sacado su celular, la conversación inicia. Si una cuarta persona y una cuarta silla se unen, se comienza a visualizar la posibilidad de un círculo y los cuerpos se apartan un poco uno de otro para definirlo. Las sillas se abren y cierran mientras más personas y sillas se unen a la conversación. La construcción de comunidad acciona un despliegue mecánico:...energía liberada a través del encuentro físico de personas. La silla plegable es entonces un elemento de la colectividad humana moderna. La formación de un grupo de sillas plegables reflejará intenciones y dinámicas del grupo de personas que se sientan en ellas. En formación circular se eliminan jerarquizaciones y se invita al intercambio. En esta exposición, la silla plegable es un símbolo de diálogo, una plataforma física de resistencia política que acciona las relaciones humanas a través del encuentro y el intercambio. Para organizarnos, hay que sentarnos y hablar.
Entrada actualizada el el 26 jun de 2017
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