Descripción de la Exposición Las esculturas de Javier Sampérez ocuparán espacios estratégicos y simbólicos en las distintas plantas del museo, provocando una conjunción metafórica con las piezas de la colección permanente. 'Siempre he sentido un gran interés por los objetos de la vida cotidiana que hemos heredado de épocas anteriores. En ocasiones son objetos sencillos que a muchos pueden parecer de poco valor, pero que yo veo llenos de magia. En mi obra frecuentemente he hecho alusiones más o menos veladas a estos objetos, pero nunca había establecido una relación tan profunda con ellos como ahora. Las obras que presento han sido creadas en su mayoría para esta exposición y son una reinterpretación personal de algunas piezas del museo, por eso cobran un sentido especial al exponerse junto a ellas: lo que heredamos y lo que creamos' (Javier Sampérez). 'Estas piezas de Javier Sampérez, tan netas, tan rotundas en sí mismas, y al mismo tiempo, sin embargo, con su innegable naturaleza de fragmento, se 'lateralizan' en cuanto a formato, y más allá de la claridad mental que empuja su diseño interno son, pues, evidentemente, algo así como supervivientes de una especie que todos dicen casi extinguida. Sin embargo, no las anima ningún espíritu anacrónico o reaccionario, pues no encontramos en su génesis ni debilitamiento de las figuras estructurales ni encadenamiento sentimental, nostálgico a un pasado irrecuperable [...]. Javier Hernando no dudó en referirse a sus esculturas como objetos: 'objetos simbólicos', más concretamente, demostrando así su perspicacia; no es sólo cuestión de su escala, donde a menudo queda comentado un mundo externo allí cosificado, miniaturizado y por lo tanto controlable o manejable, sino su propio mundo referencial y ocupacional, lo que parece acercarlas al universo de los enseres. La casa, la ventana, el plano de la tierra, del agua, son todos referentes lejanos y llevados a un alto grado de abstracción por vía de la miniatura' (Óscar Alonso Molina).