Descripción de la Exposición
Museo Nacional del Prado, 25 de noviembre de 2024
“Sigmar Polke. Afinidades desveladas” es la primera exposición individual de Polke que se celebra en Madrid y propone un sugerente diálogo entre la trayectoria creativa del pintor alemán y la huella indeleble que Francisco de Goya imprimió en su obra y en su pensamiento. Desde el encuentro de Polke, en 1982, con la obra del maestro aragonés Las viejas o El Tiempo (1810-12), las consecuencias configurativas se generaron con rapidez, lo que determinó que la obra de Polke se viera afectada a partir de ese momento, tanto en los motivos y las técnicas como en los criterios compositivos. En el análisis con rayos X de esta obra, Polke descubrió mucho más de lo que su intuición le había llevado a buscar. Este desvelar lo que está oculto le reafirma en su visión de la pintura como capas que sedimentan el tiempo y la memoria.
La influencia de Goya en Polke y la complicidad que este siente hacia aquel abarca especialmente tres ámbitos: por un lado, el personaje y su circunstancia artística, política y social; por otro, la iconografía objetual y antropomórfica que aparece tanto en Las viejas como en su radiografía y, finalmente, la factura concreta del cuadro.
La exposición no se desarrolla de un modo cronológico, sino a través de conceptos que atraviesan el tiempo, entrecruzándose con el uso de las diversas técnicas, poniendo de manifiesto la complejidad creativa de uno de los artistas fundamentales en nuestro tiempo.
Gloria Moure
Doctora en Historia del Arte por la Universidad de Barcelona, en 1978 inicia su trabajo como comisaria y editora independiente.
En 1984 realiza una gran retrospectiva sobre Marcel Duchamp (Fundació Miró, Barcelona; la Caixa, Madrid; Ludwig Museum, Colonia). Entre 1989 y 1995 fue directora de la Fundació Espai Poblenou en Barcelona donde se realizaron exposiciones de reconocidos artistas como Bruce Nauman, John Cage, Mario Merz, Sigmar Polke y Rodney Graham, entre otros. En 1992, con motivo de las Olimpiadas Barcelona’92, comisarió Configuraciones urbanas, proyecto de intervenciones públicas permanentes con obras de James Turrell, Jaume Plensa, Ulrich Rückriem, Lothar Baumgarten, Mario Merz, Juan Muñoz, Rebeca Horn y Jannis Kounellis. En 1994 asume la dirección del Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC, Santiago de Compostela), cuyo programa dirige hasta 1998, contribuyendo al reconocimiento internacional de dicho centro a través de exposiciones retrospectivas de Vito Acconci, Félix González-Torres, Giovanni Anselmo, Medardo Rosso, Ana Mendieta y Marcel Broodthaers, entre otras. Entre 1993-1997, fue miembro del comité asesor de la dirección del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid (MNCARS), al que se reincorporó en 2023.
Ha publicado más de treinta monografías, entre las que cabe destacar Marcel Duchamp, Ediciones Polígrafa (1988), Thames and Hudson (1988); Tapies Objetos del Tiempo, Ediciones Polígrafa (1994), Cercle d’Art (1994); Gordon Matta-Clark’s Works and Writings, Ediciones Polígrafa (2006); Marcel Broodthaers: Collected Writings, Ediciones Polígrafa (2013); Sigmar Polke, Ediciones Polígrafa [(2014), ediciones castellano, inglés, alemán]. Fue editora asociada en Ediciones Polígrafa, donde dirigió la “Colección 20/21”, serie de monografías dedicadas a artistas contemporáneos de referencia: Cristina Iglesias (2002); Robert Wilson (2003); Jeff Wall (2007); An Art of Limina. Gary Hill’s Works and Writings (2009); Dan Graham’s Works and Writings (2009); Michael Snow (2015).
Paralelamente a sus responsabilidades, Gloria Moure ha mantenido una intensa actividad como comisaria independiente, realizando en los últimos años proyectos de gran envergadura: “Behind the Facts. Interfunktionen 1968-1975” (2003), Fundació Miró Barcelona, Museu Serralves Oporto, Fridiericianum Museum Kassel; “Gordon Matta-Clark” (2006), Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía Madrid; “Marcel Broodthaers L’espace de l’écriture” (2012), Museo d’Arte Moderna Bolonia; “On the Road” (2014), Palacio de Gelmírez e Iglesia de Santo Domingo de Bonaval Santiago de Compostela; “Michael Snow: Sequences” (2015), La Virreina Centre de la Imatge; “Medardo Rosso Pioneer of Modern Sculpture” (2018), Museum voor Schone Kunsten Gante; “Medardo Rosso” (septiembre 2023) Fundación Mapfre, Madrid; y “Giovanni Anselmo. Más allá del horizonte” (marzo 2024) Museo Guggenheim, Bilbao.
Fundación Amigos Museo del Prado
La Fundación Amigos Museo del Prado nace en 1980 con el objetivo de apoyar al Museo en la reflexión sobre sus colecciones, así como de enriquecer y difundir el conocimiento de estas. A lo largo de sus más de cuarenta años de actividad, la figura de Goya y los artistas contemporáneos que se han inspirado en el Prado son dos aspectos que han estado muy presentes a lo largo de su historia.
Su primer presidente, Enrique Lafuente Ferrari, gran especialista en el pintor, comisarió en 1983 la exposición inaugural de la Fundación, con el título “Goya y las colecciones madrileñas”. En 1994, la Fundación se encargó de la edición facsímil del Cuaderno italiano de Goya, junto con un estudio, y patrocinó la exposición El Cuaderno italiano (1770-1786). Los orígenes del arte de Goya. Asimismo, en 2002, el Museo y la Fundación organizaron la exposición Goya y la imagen de la mujer con motivo del 20 aniversario de la misma y, en 2020, se produjo la donación de la primera obra documentada del artista: Aníbal vencedor que por primera vez mira Italia desde los Alpes.
En 1991, Francisco Calvo Serraller organizó la primera exposición de artistas del siglo XX en el Museo del Prado, con obras realizadas específicamente para la ocasión por doce creadores que ya habían participado en el marco del ciclo de conferencias de la Fundación para hablar sobre su relación con el Museo. Esta iniciativa tuvo dos ediciones posteriores más en 2007 y 2018 respectivamente.
El Ayuntamiento de Madrid y el Museo del Prado
El compromiso del Ayuntamiento de Madrid con el Museo del Prado se suma a la labor de los patrocinadores que hacen posible la transmisión de la cultura en la capital y en España.
Su colaboración, desde 2021, se ha materializado en exposiciones como “Herrera el Mozo y el Barroco total” (2023); “Annibale Carracci. Los frescos de la capilla Herrera” (2022) y “Leonardo y la copia de Mona Lisa. Nuevos planteamientos sobre la práctica del taller vinciano” (2021).
SIGMAR POLKE. Afinidades desveladas
La curiosidad indujo a Polke a explorar con rayos X lo que intuía que había detrás de la escena de Las viejas, lo cual le proporcionó una rica concatenación de temáticas para desarrollar en su obra; pero, además, se detuvo en determinados fragmentos del lienzo que fotografió y luego agrandó en fotocopias que alteró dibujando sobre ellas.
En la parte superior izquierda de la radiografía de Las viejas se identifica con bastante claridad una Resurrección de Cristo de una composición anterior, rodeada de pequeñas nubes algodonosas en cuyo interior se vislumbran rostros o ánimas. Esta composición atrajo de manera especial a Polke, al conectar con su interés por lo mágico y lo paranormal y con su consideración de las obras más como eventos fenomenológicos que como realidades cerradas y completas.
La investigación iconográfica de Polke sobre el cuadro alcanzó hasta los más mínimos detalles, como el conjunto de joyas que adornan a la dama de blanco, especialmente la flecha que se aloja extrañamente entre sus rizos y sus excesivos pendientes. Importantes son también las pelucas que camuflan la calvicie de la pareja, porque a partir de ellas Polke extendió su interés a cualquier tipo de tocado. Igualmente, serían objeto de su especial atención la silla y el espejo inquisidor que sostiene la dama de compañía.
La sombra de Saturno (en su doble vertiente, la mitológica y la de planeta), soberano del azar, el tiempo, los festejos, la crítica y la inversión de roles y atributos, señor de los daimones y garante de la utopía de la Edad de Oro, planea sobre la ingente tarea de investigación formal y material que Polke emprende, del mismo modo que domina la escena en el cuadro de las dos ancianas.
La importancia que adquiere la firma de Goya, agrandada en las fotocopias, se relaciona con la incorporación de la presencia del artista al flujo de formalización creativa, y a partir de ella se desencadena la fecunda colusión entre la interacción casual o inducida y la asociación formal que invierte causas y efectos.
El final de los años sesenta del siglo XX en el que Polke inicia su andadura es un tiempo de cambios en lo cultural y en lo político. La modernidad que Goya había visto nacer se pone en entredicho en su modalidad determinista. En las dos circunstancias un régimen antiguo había caído, pero si bien la fractura cultural anterior había permitido el intento de construcción de un nuevo orden de cosas estable, la del siglo XX apuntaba a soluciones más complicadas, que debían incluir el concepto de desequilibrio en todos los ámbitos culturales.
Polke crea a partir de una comunión deseada con los procesos naturales -del accidente y del error-. Cuando provoca la fluidez de pigmentos elaborados con una química arriesgada no está describiendo, sino que está inmerso en el proceso induciendo acontecimientos físicos concretos. Pero lo importante no es el sustrato científico sino el poético, que se extiende incluso a la actitud configurativa del artista respecto al mundo con el que interfiere a la vez que observa. En este sentido, es probable que Goya intuyese, ya iniciado el siglo XIX, que las luces acabarían recreando un mundo alienado y alejado de la experiencia, y por eso dejó de lado con cierta urgencia la idea de verosimilitud y abrazó en cambio con entusiasmo la incertidumbre de lo ambiguo y de lo cambiante.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España