Descripción de la Exposición Shanghai, como cabeza del 'dragón chino', está viviendo una frenética carrera hacia el capitalismo más feroz, en la que destaca el boom de la construcción. Existen personas para las que la vida en estas circunstancias no es fácil. Ellos son testimonio de un Shanghai inhóspito y sin ventilación, envueltos en una pretendida civilización que les niega el derecho a ser y que se dedica a vaciarlos de su propia esencia provocando que resulte fácil imponerles nuevas ideas que se venden como progreso. En definitiva, se trata de un ambicioso programa de transformación que debe dejar constancia ante el resto del mundo del evidente resurgimiento de China entre las grandes potencias mundiales, pero que está dejando atrás cosas menos visibles, como lugares y habitantes que están perdiendo su identidad. Una esquizofrénica doble personalidad se refleja en una ciudad fascinante que es en realidad una escenografía por la que pululan personajes que desconocen su papel. El pueblo se va volviendo aún más manipulable de lo que era, ya que la nueva identidad se construye a partir de intrusiones que implican la pérdida de autonomía cultural propia. Todos los lugares tienen un punto flaco, una debilidad por la que penetra la globalidad, aquello que no es de ningún lugar. Hoy domina en el mundo un movimiento consciente que converge hacia la uniformidad y niega la identidad, creando lugares repletos de soledades y contrastes. El lugar que se habita se observa en sus habitantes, les pertenece y les imprime carácter. Si en lugar de aprovechar las posibilidades de cada sitio se opta por anularlos, se convertirán en lugares triviales, en los que nada más prime lo estético y decorativo. De este modo se eliminan los orígenes de unas personas que no son conscientes de la trampa económica que las explota, las convierte en mercancía y les niega la particular conexión que existe en cada lugar entre su espíritu y la materialidad que crean en su entorno. Es lógico que los lugares cambien de identidad, que de modo borroso fluyan hacia otra cosa, pero no por ello deben llegar a convertirse en ningún sitio. Víctor Garrido nos traslada a esta situación en Shanghai, pero su mensaje sirve para cualquier otro lugar. Tratar de reducirlo todo a una sola forma de concebir la cultura es tanto como tratar de reducir al ser humano.
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España