Descripción de la Exposición La obra de Luis Seoane se encuentra presente en las colecciones de muchas instituciones españolas y extranjeras, y por supuesto, en los fondos y archivos de algunos de los centros culturales y artísticos más importantes de Galicia, como el Museo Quiñones de León, la Real Academia Galega, las universidades de A Coruña y Santiago de Compostela, el Museo de Bellas Artes, la Xunta y el Parlamento de Galicia, la Fundación Novacaixagalicia, el Museo Carlos Maside y claro está, la propia Fundación Luis Seoane, entre otras. Gracias a esto el trabajo del artista gallego se ha difundido a través de múltiples exposiciones, catálogos, ciclos de conferencias, audiovisuales, etc. Sin embargo, hay una parte importante de la obra de Seoane que tiene otro recorrido: aquella que pertenece a coleccionistas particulares, que en muchas ocasiones encierra pequeñas historias de admiración y amistad mutuas. En un texto dedicado a su amigo y coleccionista de arte Simon Scheinberg, Seoane decía que '(...) el coleccionista es un artista que, de otra forma que el pintor, el escultor, el grabador, está realizándose, levantando en su casa, en el recinto rectangular de salas y habitaciones, con las obras de arte de que se rodea, un inmaterial castillo de sueños. La pasión que el coleccionista pone en la selección de las obras que elige, obedeciendo a sus gustos y temperamento, es similar a la pasión del artista, como es similar el silencio que procura para la contemplación de la obra de arte a aquel que busca en el encierro de su taller quien la ejecuta'1. Seoane establece un paralelismo entre artista y coleccionista, entre el creador y aquellos que atesoran su obra finalizada y establecen una vía de comunicación con ésta de forma personal y exclusiva, libre de limitaciones temporales, externa a los recintos museísticos al uso. La Fundación Luis Seoane abre con esta exposición un ciclo en el que se intentará dar a conocer al público obras de Luis Seoane pertenecientes a coleccionistas privados. Además de constituir una ingente labor de investigación difícilmente abordable en un solo proyecto, sería muy complicado reunir en una sola exposición, por cuestiones de logística y espacio, todos los cuadros, grabados, álbumes, libros, dibujos, carteles, etc. de Luis Seoane actualmente en manos de particulares, puesto que no nos limitaríamos ya al ámbito gallego, ni siquiera al español, sino que tendríamos que ampliar la selección al resto de Europa e incluso al otro lado del Atlántico. Es por ello que Luis Seoane en las colecciones privadas I abordará inicialmente una parte de las obras de colecciones privadas gallegas, para después extender su campo de referencia a muestras posteriores. En esta primera entrega se han reunido más de un centenar de obras pertenecientes a veintidós coleccionistas diferentes. Más allá del obvio interés por la obra de Luis Seoane que se les supone a los propietarios de las piezas, existen también multitud de historias de amistad entre el coleccionista y el artista, así como afinidades culturales e ideológicas o simplemente estéticas. Son precisamente estos aspectos los que muchas veces diferencian los legados institucionales de las colecciones privadas, gracias a los que se puede obtener información extremadamente valiosa para la recuperación de un momento determinado de la vida y de la obra de un artista e incorporarla posteriormente a la historia sociocultural y artística de un territorio. Algunas de las obras presentes en la muestra reflejan esas historias de amistad a través de los retratos que Seoane realizó de amigos y colaboradores, otras son el resultado de un proceso que llevaría a hijos de exiliados y de personas comprometidas con la oposición al franquismo a recuperar las muestras de la actividad cultural gallega durante los difíciles años de la dictadura en España; las hay que encierran pequeñas historias cuyo origen se remonta incluso a la aldea de donde era originaria la familia de Luis Seoane, Arca, o que llegaron a las manos de sus propietarios a través de la admiración de los grupos artísticos de finales de los años setenta por aquellos que, como Seoane, habían reivindicado el arte realizado en Galicia previo al estallido de la guerra civil, y lo habían renovado mirándose en el espejo de la vanguardia europea, abriendo con valentía y grandes dificultades nuevos caminos y posibilidades para el arte y la cultura gallegos. Y, por supuesto, muchas obras vienen de la admiración de sus propietarios por la obra de Luis Seoane, por su maestría como dibujante y grabador, por la labor editorial y la audacia del artista como diseñador gráfico, quizá uno de los primeros gallegos en ser consciente de su potencial a partir de los años sesenta; por sus óleos, a través de los que es posible rastrear tanto la influencia de los artistas europeos de la Vanguardia Histórica como Fernand Léger, como la renovación del imaginario popular gallego. En las dos salas que ocupará durante los próximos meses, la exposición incluirá obra en prácticamente casi todos los formatos sobre los que Seoane trabajó a lo largo de su vida. Óleos, grabados, álbumes, dibujos, carteles, documentación diversa e incluso ejemplos de la labor editorial desarrollada por el artista servirán para dar muestra de la valía de una obra que, gracias en este caso a la generosidad de aquellos que la custodian y que se desprenden momentáneamente de ella para la ocasión, resulta estar finalmente más vigente que nunca.
Premio. 09 sep de 2024 - 13 oct de 2024 / Madrid, España
Exposición. 25 sep de 2024 - 10 mar de 2025 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España
Formación. 15 oct de 2024 - 30 jun de 2024 / Museo Nacional Thyssen-Bornemisza / Madrid, España