El paisaje es también un territorio del lenguaje, por él transitan los caminos como las palabras por las líneas de las frases. Todo paisaje es un código tatuado, que puede provocar la exaltación o la melancolía. La artista no se planta ante la naturaleza tras su caballete, sino que cierra los ojos para ver, y también para pensar, y las cosas que ve y que piensa se convierten en paisajes en lugar de verse convertidas en palabras. Sus cuadros se tejen de un modo semejante a como se tejen nuestros sueños. Se traduce así lo que escribió Amiel: “Un paysage est un état de l’âme”. También se hubiera podido traducir por alma. Hablar del ánimo del paisaje supone otra cosa, menos convencional y menos presuntuosa. Indica la capacidad sensorial del paisaje, como escenario vivo, palpitante de lenguas y lenguajes, que nos lee y nos utiliza como transmisores.
Entrada actualizada el el 26 may de 2016
Infórmanos si has visto algún error en este contenido o eres este artista y quieres actualizarla. O si lo prefieres, también puedes ponerte en contacto con su autor. ARTEINFORMADO te agradece tu aportación a la comunidad del arte.
Suscríbete al canal y recibe todas las novedades.
Recibir alertas de exposicionesMadrid, España
Museo de Pontevedra - Edificio Fernández López / Pontevedra, España
Centro Botín / Santander, Cantabria, España
Actualidad
Suscríbete al canal y recibe todas las novedades.
Recibir alertas de exposiciones