El punto de partida del trabajo de Cecilia Lutufyan es la búsqueda de un código que permita volver a reunir aquello que fue separado. De allí el interés en la religión, la alquimia y la música. Su método de trabajo podría aproximarse al de un científico dedicado a la observación e interpretación de un lenguaje secreto. La propuesta es generar un recorrido desde la entrada principal pasando por el espacio entre salas y terminando en el taller que actualmente ocupa como artista residente. La exhibición contará con la instalación de piezas que fue realizando durante la residencia como un teclado de azulejos esmaltados; un código generado a partir del calcado de ciertas notaciones musicales de una ópera de Bach; videos; fotografías; vibraciones sonoras y bocetos creados en distintos materiales como parte de su proceso de trabajo.