Descripción de la Exposición SELF, el término anglosajón que nombra la exposición alude a la unidad desde la perspectiva del individuo, al yo como unidad y a lo mismo dentro de la individualidad. Lo mismo es lo no fluctuante, lo que no cambiaría pese a las múltiples transformaciones de la materia. Por ejemplo la semilla de un árbol, de un pino (materia fundamental para el imaginario de Ramos), así se transforme en árbol, sigue siendo lo mismo, en esencia una semilla. Es lo que se conoce en filosofía como la mismidad, como esa unicidad del ser más allá de su devenir: la semilla sigue siendo semilla más allá de su devenir árbol. La exposición está articulada a partir de tres ejes que muestran lo mismo, con algunas variaciones: ese elemento esencial es la transformación de la materia acentuada en la muerte. Toda la obra de Leonardo Ramos es un diálogo con el pasado, un pasado lejano que nos habla de nuestra contemporaneidad. Existe un misticismo en la obra de Ramos que vale la pena descubrir y para ello hay que detenerse, observar, dialogar con la obra. Por lo tanto una mirada desinteresada ha de descartarse dentro de esta experiencia estética. Esta es la tercera muestra individual del artista y la primera que recoge su producción de los últimos cuatro años. Una exposición compleja, rica en referentes universales, que interroga plásticamente algo que en principio es un misterio, pero que termina siendo una constante en nuestra existencia: la muerte como proceso de transformación de la materia y no como un fin último. En SELF el artista, materializa, de manera magistral, cómo aquello que ha sido importante para toda la humanidad, a lo largo de la historia, sigue siendo de una preocupación actual. Por esta razón, su obra se inscribe dentro de lo que he denominado Pequeña Historia de la Animalidad.