Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- La obra de Menchu Lamas unifica lo abstracto y la (mínima) referencialidad figurativa, el torrente expresionista con el control compositivo y geométrico del cuadro, concediendo, por otro lado, mucha importancia a lo primitivo, tensado en contrapunto a la dimensión urbana. La pintura de Menchu Lamas surge de un proceso de metamorfosis donde emergen las formas como un lenguaje simbólico absolutamente singular, a partir de una decidida pasión cromática?: escribe el comisario de la exposición Fernando Castro Flórez en la introducción del catálogo La pintura de Antón Patiño (que en la actualidad presenta una exposición individual en Santiago de Compostela en la ?Galería SCQ?) se caracteriza por su condición fragmentaria. En muchas obras traza un elogio del laberinto. Sedimenta sobre una superficie pictóricamente muy densa figuras o fragmentos de un lenguaje personal. ?Manchas, gestos, accidentes que establecen un magistral desequilibrio en el lienzo, colores líquidos que elaboran la pintura como un fluido hecho de estratos superpuestos donde asigna mucha importancia al grafismo.? En palabras del comisario de la muestra, que añade: ?Sin duda, Patiño ha sabido definir su estética asumiendo elementos de la abstracción en una pintura libre en la que es decisivo el principio collage, pero también la deriva pulsional. Obsesivo y gestual, pero al mismo tiempo tremendamente intelectualizado y reflexivo, este creador hace que en el cuadro intervengan procesos y temporalidades paradójicas, justa correspondencia de nuestro laberinto neuronal. En uno de sus textos habla del caosmos como reconstrucción de un espacio convulso. Esas imágenes instantáneas, donde hay una confianza en el pulso y en la línea, funcionan como un palimpsesto o, en términos del propio Patiño, un ?laberinto psíquico? en obras de una gran intensidad creativa.
La exposición se compone de una selección de 40 obras de gran formato realizadas en los últimos cinco años. Ocupa diferentes espacios del Monasterio de Veruela, como el refectorio, la cilla, el calefactorio y la cocina de las antiguas dependencias del monasterio. Sobre estos muros cargados de historia se despliegan las propuestas pictóricas de intenso cromatismo, de los dos artistas, que dialogan con eficacia dentro del marco arquitectónico estableciendo un fuerte contraste entre entorno histórico y sensibilidad artística contemporánea.