Sara Ferrer presenta su primera exposición individual en Portugal en el Projecto Travessa da Ermida, entre el 24 de octubre y el 21 de noviembre de 2020. Bajo el título "Saudade", la artista madrileña y residente en Berlín presenta objetos escultóricos, que representan barcazas cuyo casco está formado por radiografías corporales y una instalación de audio y video.
Adoptando el agua como dominio antropológico y los océanos como espacios cartográficos, el carácter metafórico de la obra de Sara Ferrer recurre a un imaginario acuático de la esencia humana, en el que se percibe el pulso de un idealismo ético. Idea y materia oscilan según una verticalidad piramidal, en la que la latencia de tal idea se convierte en obra artística formalizada por los códigos especulativos de la abstracción. En efecto, Sara Ferrer privilegia la intensidad poética de su obra visual y plástica como instrumento de reflexión especulativa sobre la idea de...la naturaleza humana y las ambigüedades de su relación cotidiana con el agua y el océano.
Desde esta perspectiva, Sara Ferrer se involucra con la naturaleza atlántica y el legado histórico de Belém, la zona de Lisboa donde se encuentra el Projecto Travessa da Ermida, como punto de apoyo geográfico y simbólico de la aventura portuguesa en el mar del siglo XV y su antigua faceta como un pequeño asentamiento para marineros. La memoria de este legado está relatada e incorporada por Sara Ferrer en Ermida N. Senhora da Conceição, una pequeña iglesia actualmente transformada en un centro de arte, en ambos casos como lugar de culto y adoración. La apelación a la idea cultural portuguesa de saudade, un sentimiento indeterminado por su combinación abstracta, fusión y tejido de una serie de sentimientos diversos y conflictivos, aunque de difícil síntesis exacta, surge naturalmente como un estímulo y un desafío, que repele cualquier pretensión de su aclaración, más bien explorando la esperanza, el alivio, el consuelo, la celebración, la resiliencia, la desgracia, el dolor, la melancolía y todo lo que constituye la paradoja de la saudade, como una invitación a las particularidades íntimas y personales de la memoria y el imaginario del observador.
Texto de Ricardo Escarduça
Entrada actualizada el el 20 nov de 2020
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