Laura Lima (1971, Governador Valadares) crea un diálogo innovador con la práctica del museo al presentar un taller de sastrería en marcha, con profesionales, tejidos, avíos y toda la maquinaria de una confección.
En ella, un equipo de sastres y costureras trabajará día a día a lo largo de la exposición. Todos ellos producirán una colección de trajes confeccionados sobre molduras vacías, creando retratos que interpretan, a partir de sus propios saberes y experiencias, las ideas y diseños de la artista. El espacio se activará con la presencia de estos profesionales y sus actividades: modelar, cortar, hilvanar, costurar, pasar, finalizar. Así, durante el periodo expositivo, el público será testigo del surgimiento de estas piezas, que se almacenarán en una reserva técnica suspendida en el octógono, construida especialmente para este proyecto. Se estima la producción de alrededor de 30 obras hasta el final de la muestra.
Al instalar un espacio de trabajo con...personas reales en el centro de la Pinacoteca, Laura Lima retira el énfasis otorgado a los objetos artísticos en el espacio del museo para poner el foco en los acontecimientos. Según la curadora Fernanda Pitta, “Lima rechaza que sus trabajos se denominen performances. Para la artista, no se trata de resaltar a los sujetos o la subjetividad de sus acciones, sino entender a los participantes (a los que denomina videntes) también como materia de la obra de arte, ocupando el espacio del mismo modo que los objetos, el mobiliario y la misma arquitectura”.
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Carried out specially to occupy the Octagon at Pina Luz, the artist “creates an innovative dialogue with the practice of the museum by presenting a tailoring workshop in operation, with professionals, fabrics, supplies and all the machinery of a confeccion.
(…) At Alfaiataria, by using a traditional, specialized and highly elaborated work such as that of tailors and seamstresses, Lima also proposes a parallelism with artistic work and a reflection on the time and value of work. The work dialogues with the space and history of the Pinacoteca, since it installs a workshop in a building that originally had this function, as it was created to be the headquarters of the Liceu de Artes e Ofícios de São Paulo. It also allows a relationship with the museum’s urban environment, the Bom Retiro neighborhood, with its tradition of sewing workshops, fabric and clothing stores and its professionals from diverse communities such as Jewish, Korean and Bolivian. (…)”
Entrada actualizada el el 09 jul de 2018
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