Artista plástico dedicado a practicar una pintura donde confluyen animales, personas, flores, el mar y el gesto.

La primera obra de Santiago Arbaiza Mentxaka data de 1993, donde se empiezan a marcar sus señas de identidad.

En una fiesta junto con Alex Monsterin y Juan Lopez 'El Limas' en la localidad vizcaína de Algorta, toma LSD provocándole una vuelta a casa en la que se encuentra una obra del artista plástico y muralista Jose Ramón Bañales 'Bada', titulada 'Munduko loreak' que le causa gran impresión, decidiendo en ese momento vivir la pintura.

Santiago suele comentar 'Mi padre es pintor de paisajes, de niño, una vez, me llevó al monte con un lienzo ... y un caballete y pinté por primera vez al óleo'.

La admiración que profesa al grupo GAUR le viene de cerca, la actual pareja de su madre, vivió su juventud cerca de este grupo excepcional de artistas de las décadas finales de la dictadura. Se admira y se enorgullece de pintores como Balerdi, Amable Arias o Sistiaga, y no entiende cómo no han tenido mas repercusión internacional su obra, o cómo se margina a los jóvenes artistas, y cómo artistas neoyorkinos exponen aquí, pero no al revés. Suele decir 'se ha mimado a la escultura, y sin embargo se ha marginado a la pintura vasca de esta época tan significativa'.

La pintura, la humildad de la abstracción vasca y su calidad, le hace sentirse orgulloso de ser Vasco, de pintores como Dario Urzay, Roberto Matta Etxaurren, Andoni Euba, de las pintoras, Asunción Goikoetxea, Txaro Garaigorta...

Le suelen considerar un pintor expresionista abstracto, aunque en realidad se siente un pintor ecléctico, encantado con el impresionismo, el futurismo o el dada. 'Mi pintor preferido es Willen de Kooning, también Matisse, Basquiat, Nolde, Miró... o el expresionismo holandés, como también lo son, Las Mónicas o Janire e Izaskun, que 'lo están haciendo muy bien para que nuestra cultura siga siendo grande'.

Le encanta la poesía de Rimbaud o Gibran, la música o el euskera, la lengua vasca, suele comentar a este respecto que 'el euskera es una lengua de una creatividad digna de conservar'.