Descripción de la Exposición Hidalgos Hablamos de tierras recónditas de profundas raíces históricas, nido de leyendas y mitos ancestrales y de antiguas herencias religiosas. Tierras desde donde no se ve el mar, donde todavía encontramos lugares y personas recluidas en el tiempo, testigos de un pasado atávico. Un país duro, de gente profundamente ligada a las costumbres y ritos tradicionales, enmarcado por unos parajes de una estética singularmente genuina. Esta tierra es La Mancha, uno de los lugares más insondables de la península. Debido al progreso de los últimos años (urbanístico, industrial, social), existe la sensación de que la pérdida de identidad cultural es inevitable, dejando como pequeños oasis lugares donde, tarde o temprano, la globalización acabará dejando su huella. La necesidad de conocer, entender y respetar una cultura en pleno proceso de cambio, una vida que recuerda la de nuestros antepasados más cercanos, padres y abuelos. La despoblación de las zonas rurales o el abandono de trabajos tan humildes y duros como la ganadería y la agricultura son una realidad en nuestro país, tan preocupado en la industria tecnológica y la especulación urbanística que olvida a menudo lo que ha sustentado desde siglos la economía del país. La región de La Mancha es un territorio eminentemente rural donde los aspectos vinculados a su desarrollo, en su caracterización más amplia, y el desarrollo de determinados sectores económicos como el agrario y el forestal mantienen una importancia notable tanto desde el punto de vista social como económico y medioambiental. La tendencia al abandono progresivo de las zonas rurales castellano-manchegas es una orientación, que aunque atenuada en los últimos años, representa una amenaza permanente y condicionante. Esta pérdida de población ha generado una progresiva masculinización y un envejecimiento del campo que requerirá de continuas y nuevas actuaciones para evitar el despoblamiento definitivo de algunas zonas rurales. Lugares, tipos humanos, oficios, celebraciones, ritos, costumbres, etc. que por sus características singulares, por su manifestación peculiar, por su relieve estético, por su carga documental y testimonial, para su registro inédito, etc., Ofrezcan la posibilidad de una lectura fotográfica vívida, plástica y de innegable fuerza evocadora de un ámbito rural y una gente ineluctablemente aferrados al vínculo de la tierra, a la invocación del cielo, y sin más ruta que el natural ciclo de la año y el imperativo de las sucesivas estaciones climatológicas. Declaración Mi interés hacia la fotografía nace de la búsqueda de un medio de expresión plástico que sea a su vez un medio de representación de la realidad. Entendido como una herramienta que se adecue a la captación no sólo de lo palpable y por lo tanto físico, sino de aquello que es intangible, de difícil captación por su naturaleza sutil e inmediata, la captura de instantes irrebatibles de manera concisa. Hacer uso en sí de una herramienta narrativa para interpretar y sugerir a través de fracciones de la propia mirada. Es sabido que cualquier método de expresión, artístico o no, es también una herramienta introspectiva y de posterior análisis de un contenido a menudo más íntimo del que el propio creador cree. En este sentido, la fotografía consigue establecer un alto grado de intimidad, un estrecho vínculo entre fotógrafo, aquello fotografiado y un posible espectador. Este diálogo expresivo es muy atractivo y sugerente, sobre todo para el fotógrafo o creador. La fotografía te da las herramientas básicas para construir, para plasmar escenas o ideas y darles un formato físico e interpretable. Es indudable que la fotografía va atada a un afán de descubrir a través del objetivo un mundo nuevo a veces muy próximo a la visión real pero a veces más bien próximo al mundo del imaginario personal. Es una manera de dar voz a aquellas cosas que por algún motivo nos llaman la atención y dar forma a esta relación. Por ejemplo, el paisaje no existe por si mismo, el paisaje es una invención. Su interpretación pide unos ojos que lo observen y lo valoren como tal, que alguien lo configure visualmente y le otorgue categoría estética. Una fotografía nunca es la evidencia exacta del suceso, sino la interpretación de quien la capta y le otorga un sentido. A este dar forma me refiero, a este modelar desde el ojo hasta la copia. Esta posibilidad de crear historias es el que realmente me atrae de la fotografía. Es decir, el interés que tiene la imagen de usurpación de la realidad, de interpretación de la realidad y recreación de un mundo nuevo. Es una utopía pensar que un mundo de imágenes puede 'sustituir' a un mundo real, pero la función de la imagen como eco de la realidad contribuye a crear un mundo nuevo plástico, mágico y sugerente. Y la fotografía lo consigue en grado máximo porque, sin dejar' de asemejar al modelo y rendirle homenaje, nos aporta en forma de eco una extensión de este modelo, se apropia y nos aporta de él un conocimiento más allá de la experiencia e independiente de ella. Este es parte de mi pensamiento sobre las posibilidades de la fotografía como proceso de (re) creación y (re) conocimiento.
Exposición. 26 nov de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España