Durante el mes de mayo de 2011, Sala de Arte Van Dyck presenta su próxima exposición monográfica: la obra del artista valenciano Salvador Montó (Valencia 1963).

Salvador Montó fue uno de aquellos jóvenes artistas por los que Van Dyck apostó hace más de 12 años. Sus luminosos paisajes de Nueva York, Barcelona, Roma y otras metrópolis, sorprenden por su calidad plástica y atractivo cromatismo, y hacen de él una de las promesas más sólidas del panorama contemporáneo actual, lo que supone para nosotros un motivo de orgullo profesional.

Este año sorprenderá no sólo con sus lienzos, sino también con una serie de dibujos que reflejan su destreza a la hora de enfrentarse al papel, y también con un conjunto de obras de pequeño formato que condensan en pocos centímetros todo el carácter de este gran artista.

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En total, se trata de unas 30 piezas de diversos formatos, con vistas aéreas de Nueva York, las siluetas de sus rascacielos, detalles de emblemáticos edificios barceloneses, puertos comerciales de ciudades como Avilés y detalles de la frenética vida de algunas de estas ciudades, en los que hace un interesante juego de perspectivas y escorzos.

Desde el punto de vista técnico, la pintura de Montó se caracteriza por la nitidez de sus composiciones, por un trabajo a espátula combinado con un fino detallismo y por una fuerte luz que genera grandes contrastes, moldea volúmenes y ordena el espacio. Pero además, este año sigue una línea más depurada que nunca, con un colorido limpio y trabajado, que demuestra una mayor madurez en su pintura.

De las ciudades, a Salvador Montó lo que más le interesa es su majestuosidad. Como señalaba William Morris, cada sociedad nos enseña su perfil a través de la fisonomía de las ciudades. Quizás por este motivo Montó no requiera de la figura humana para representar, mediante un refinado realismo, el carácter de las ciudades que plasma en sus cuadros.

Todo ello le ha hecho merecedor de algunos de los más importantes premios artísticos nacionales e internacionales (como el BMW de pintura). No en vano, su obra está representada en destacadas colecciones como la de los Duques de Alba, Caja Madrid, la Diputación de Valencia, la Embajada de Guatemala, el Ayto. de Santa Cruz de Tenerife o la Academia de España en Roma.