Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Todas las fotografías que conforman esta exposición, que viajará más adelante a Coruña, las tomó Ruth Matilda Anderson entre 1924 y 1926, en dos viajes casi consecutivos que realizó a Galicia, primero acompañada de su padre, el fotógrafo sueco Alfred Anderson, y después con otra empleada de la Hispanic Society, la fotógrafa Frances Spalding. Del total del archivo (unas 5.000 imágenes en diferentes soportes y formatos, muchas de ellas aun sin revelar o positivar) hasta ahora tan sólo conocíamos las cerca de quinientas fotografías que componen Gallegan Provinces of Spain: Pontevedra and La Coruña, el libro editado en 1939 por la Hispanic Society con el trabajo de Anderson. Hasta el próximo 13 de septiembre, todos los aficionados a la fotografía y, sobre todo, a la historia, la antropología y la etnografía, podrán disfrutar de 165 imágenes, la gran mayoría inéditas hasta hoy, que muestran la vida de los gallegos en la década de los años veinte del pasado siglo, y que se agrupan bajo diferentes epígrafes temáticos. Un meticuloso proceso de documentación e investigación de los comisarios ha permitido a la Fundación Caixa Galicia obtener información muy valiosa de los diarios del padre de la investigadora, así como de otras fuentes de la época, aportando una valiosísima documentación que se incluirá en el catálogo de la muestra, que se presentará en la inauguración de la muestra a su paso por la Coruña. La exposición está organizada en los siguientes apartados: RELIGIÓN. Después de la romanización, el cristianismo se estableció en Galicia. La parroquia bajo la advocación de un santo o santa con su iglesia y cementerio se convirtió en la entidad básica de población. El tiempo de los hombres y de las mujeres, desde el nacimiento hasta la muerte, estaba marcado por el tañer de una campana y el ciclo litúrgico anual. No obstante, esa poderosa Iglesia acusó los efectos de la fracasada desamortización desde 1836, y muchas de sus propiedades se deterioraron a consecuencia del abandono. En esos años de grandes y rápidos cambios con la desagrarización, el aumento de la urbanización, de la industrialización, de la laicización y del crecimiento del sector terciario, la Iglesia siguió gobernando en latín y en castellano la vida de los gallegos. CAMPO. La Galicia rural, con una agricultura intensiva, estaba conformada por cuatro grupos sociales. Los labradores, con menos o más vacas, trabajaban las tierras propias recorriendo la mano de obra familiar. Los caseros llevaban en renta, en arrendamiento o aparcería un lugar acasarado, una explotación compuesta por casa, edificaciones de uso agrícola y tierras, y, a menudo, también en aparcería, el ganado vacuno. Los jornaleros o caseteros solo tenían una caseta en la que vivir, generalmente de alquiler, y, o bien trabajaban de jornaleros en lo que podían, o bien pedían. Finalmente, estaban los propietarios o ricos que explotaban la labranza recurriendo a criados y jornaleros. El resto de su patrimonio lo organizaban en lugares acasarados que cedían a los caseros. En los años veinte, entre un 60 y un 75 % de las tierras eran explotadas en régimen foral: un contrato de larga duración por el que un señor o institución le cedía a otro el uso de la tierra a cambio de una renta. El proceso de redención a cambio de una indemnización se aceleró en 1926 con el decreto del dictador Primo de Rivera que acababa con la indecisión de los gobiernos anteriores. FERIAS Y MERCADOS. De la tierra y del mar salía lo preciso para el autoconsumo. En 1930 un 65 % de la población activa se dedicaba a la agricultura y a la pesca. A pesar de todo, los excedentes eran llevados a las ferias y a los mercados para la venta y así poder comprar otros productos necesarios. Allí acudían también los intermediarios y los artesanos. Poco a poco se fue estableciendo, con fecha fija en el calendario, una red de ferias, que a veces coincidían con fiestas religiosas y romerías, que se fue jerarquizando según su importancia y especializando en determinados productos. Con los tiempos fueron cambiando las ofertas y las demandas del mercado. TRABAJOS Y OFICIOS. Algunos gallegos y gallegas, además de trabajar en el campo y en el mar, ejercían temporalmente otros oficios como complemento a su economía doméstica. Otros, los artesanos, se especializaban y realizaban continuamente esa labor. La vida urbana, no muy importante en Galicia entonces, también trajo consigo la aparición de nuevos oficios para atender la demanda de sus habitantes, y con la aparición de las fábricas, surge la clase obrera. Otros emigraban para trabajar fuera de Galicia. Unos volvían; otros, no. GANADO. Los mejores rendimientos agrícolas permitieron destinar parte de las tierras antes cultivadas con cereales a prado. La redención de foros y el reparto de los montes de varas y de los comunales acelera el proceso privatizador de la tierra y surge una agricultura de pequeños propietarios. Esto lleva a una especialización ganadera y al aumento de cabezas al pasar de 1.300.000 en 1891 a 3.500.000 en 1933. Predomina el vacuno, que supone las tres cuartas partes del total. Luego le sigue el porcino y decae el número de ovejas y de cabras. Galicia es la principal productora de carne para el mercado interior español. Este esfuerzo comercializador crea, además, la gran apoteosis de las ferias y de los concursos de ganado vacuno. Ruth Matilda Anderson y la Hispanic Society of America Tras leer a George Borrow en 1882, el joven Archer Milton Huntington (1870-1955) descubrió España y comenzó a coleccionar libros, obras de arte y fotografías de tema hispánico. En su primer viaje a la península ibérica en 1892 pasó por Galicia, país sobre el que más tarde publicaría sus impresiones en el libro A Note-book of Northern Spain (1898) y al que dedicaría algunos versos en inglés fruto de su admiración por esta región. Sin embargo, su mayor contribución fue la fundación de la Hispanic Society en Nueva York en 1904, en la que invirtió la inmensa fortuna heredada de su padre. Ese gran proyecto cultural y educativo es su singular legado. Bajo sus estrictas directrices se creó un importante centro dedicado a documentar el mundo hispano con un extenso fondo de libros, obras de arte y fotografías. Huntington incluso encargó a Sorolla, en 1911, una serie de murales que ilustrasen la pluralidad de la cultura española.
Antaño fueron muchas las personas de otras culturas que visitaron Galicia movidas por diversos intereses, entre ellos, la etnografía, lengua, antropología, geografía y otros aspectos del acervo cultural gallego. En la actualidad conservamos de estos visitantes, textos, pinturas, grabados y fotografías en los que recogieron su particular visión sobre este rincón del planeta, y gracias a los cuales, hoy tenemos la valiosa oportunidad de acercarnos a las costumbres, a las maneras de vida de nuestras gentes y de constatar la evolución del lugar que habitamos. Ahora el Centro Sociocultural Fundación Caixa Galicia de Lugo ofrece al público esta gran ocasión con la monumental obra de una de las visitas más importantes recibidas en el siglo XX, la de Ruth Matilda Anderson, fotógrafa y etnógrafa de la Hispanic Society of America en Nueva York, que entre 1924 y 1926 recorrió Galicia captando en imágenes su cultura.
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España