Descripción de la Exposición
¿QUÉ ES EL CICLO MONTES NO VISIBLES?
Montes no visibles es un laboratorio de acciones artísticas en continuo cambio que propone formas poéticas de pensar juntxs. Su programación apunta a la descentralización, con el desafío de generar un trabajo permanente con el medio artístico, estimulando la creación, reflexión y conocimiento del arte contemporáneo a través de la experimentación, el diálogo, la exhibición y la activación. El interés de Montes no visibles no es necesariamente mostrar obras de arte sino los procesos estéticos, recurriendo a investigaciones artísticas en torno a problemáticas puntuales, en donde la obra no es reducida a su momento de exhibición, sino expuesta en su contexto de investigación.
En Montes no visibles el cruce de disciplinas y la deriva intelectual son motivaciones permanentes para pensar el presente, también es uno de los ejes de la propuesta y una afirmación hacia el hoy, hacia lo contemporáneo. El sentido que tiene el arte y la cultura en los jóvenes, y la posibilidades de alternativas a los modelos tradicionales de pensar el arte, la política y la educación como procesos en continua transformación, son algunos de los interrogantes que planteamos en los diferentes movimientos del ciclo.
El ciclo habitará y se presentará en diferentes movimientos que se presentarán a lo largo de todo el año en la sala del primer piso del Macba, convirtiendo la sala del primer piso en un espacio de experimentación, fruto de una «coreografía» de procesos de pensamiento. El objetivo de Montes no visibles es representar conceptualmente un modelo de investigación del presente en constante evolución que se abre a un horizonte especulativo y poético.
STATEMENT MONTES NO VISIBLES
CICLO LATINOAMERICANO DE ARTE JOVEN
Curado y dirigido por Natalia Sosa Molina y Victor López Zumelzu.
¿Cómo podría el entorno en el que vivimos afectar nuestro pensamiento y nuestro deseo de una vida diferente? ¿Cómo encontrar las formas correctas de vivir juntxs? ¿cómo dar una estructura a esas imágenes, palabras y conceptos que aún no tienen una traducción a lo visible? ¿Hacia qué lugar desconocido proyectamos estos anhelos?. Estas preguntas son el punto de partida de cualquier pensamiento estético o crítico que nos habla del ansia de cómo transformar al deseo mismo en algo que sea materialmente perceptible aunque solo sea un segundo. ¿Cómo transformar el deseo en algo que podamos tocar, escuchar, oler y que de alguna forma tenga una fluidez capaz de atravesarnos y cuestionarnos a todos como una experiencia estética?. Los ejes curatoriales que cruzan este ciclo que llamamos “Montes no visibles” han partido de preguntas que movilizan el deseo y ponen su acento sobre el imaginario colectivo que aún no ha sido mercantilizado y en las nociones de cómo los ecosistemas no visibles, que no tienen un contacto directo con nosotros, se desarrollan, organizan, y crean redes de comunicación que permiten el trabajo relacional de todos sus individuos.
Hoy, el deseo se canaliza en otras vertientes que se alejan de las formas armónicas de cómo convivir mejor juntos y se instrumentaliza en abusos, linchamientos, post verdades y diferentes formas de manipulación política y mediática. A cada segundo estamos corriendo por las obligaciones del trabajo, a cada segundo pensamos en estructurar situaciones que no tienen una estructura fija, todo eso a velocidades que no permiten una distancia y una reflexión, y que significan la disolución del deseo en nuestros cuerpos y en nuestras potencias. Si bien todo nos dice que nuestras formas de vivir nos van a llevar a la extinción, que nuestro deseo ha sido homogeneizado y mercantilizado de tal manera que nuestra imaginación está agotada, esto no basta para generar redes de emancipación. Tendríamos que crear nuevos escenarios, nuevas formas de imaginación y principalmente encontrar sistemas fluidos de deseos que nos muestren otras coordenadas de libertad, o como diría la crítica cultural Nelly Richards “tendremos que hacer reaparecer el deseo en medio de la necesidad”.
Para este ciclo pensamos mucho en los ecosistemas submarinos que crecen en medio de montañas sumergidas que nadie ve, en un punto quisimos pensar la visibilidad como una potencia restrictiva de la institucionalidad, por eso queremos generar en este ciclo imaginarios que todavía no estén institucionalizados y que no responden necesariamente a la noción de mercado artístico, sino a una forma de pensar vinculada a una reflexión sobre un tiempo y una praxis; o sea dar visibilidad a imaginarios que están fuera de lo estable y que proponen otras formas de entender la producción más ligadas a la investigación material de estrategias de cómo enfrentar nuestro tiempo en crisis. Un tiempo que necesita ser desandado (en el arte) para generar otras formas de percepción, dislocación e incluso configuraciones disciplinarias nuevas. Para poder ver estos ecosistemas nuevos es necesario sumergirse y escalar montañas submarinas hacia abajo, cambiando el curso del tiempo a un ritmo lento, y cambiando nuestras estrategias corporales, para adaptarnos como lo harían los anfibios a distintos mundos.
El MACBA funciona como ecosistema-refugio de todos estos imaginarios no institucionalizados, la idea es poder compartir visiones artísticas nuevas que se traduzcan en posteriores reflexiones e investigaciones sobre la práctica artística contemporánea en América Latina, y a la vez dar cuenta de diferentes imaginarios que se materializan en diferentes lenguajes como video, performance, proyección sonora e instalación, y que dan al espacio a múltiples preguntas en formas de comunión y convivencia como si de distintas especies se tratara, como si el espacio institucional se abriera a ser un ecosistema vivo que potencie el pensamiento estético y las subjetividades otras que lo habitan.
Estas obras dialogarán con el espectador desde un lugar lleno de ideas y nos mostrarán las potencialidades de pensar bajo diferentes mundos la subjetividad contemporánea, dando prioridad al pensamiento fluido, a la suspensión de la gravedad, que significa estar sumergido en el agua, a pensar en el constante vaivén de las mareas que apelan desde su visión joven a la disolución de los géneros y el pensamiento binario.
Movidas ante la emergencia climática y la amenaza de la extinción, los artistas y obras destacan en el ciclo por transcender el ámbito del sexo y la identidad individual, así como las fronteras entre lo digital, lo físico y lo biológico, encontrando en la hibridación ejemplos de alianza, sostenibilidad y respeto hacia la vida y los ecosistemas que la integran.
Desde este lugar crítico, el ciclo Mirar montes no visibles, se suma a este flujo de cambio a través de un recorrido por la figura del híbrido, por su esencia de metamorfosis, por su naturaleza ambigua y mutante, por el temblor de sus fases, tan inesperadas como inciertas, por la belleza de su temporalidad y las capacidades que sus diferentes transformaciones generan entre lo humano y lo post humano, el misticismo y la ciencia, el arte y la artesanía, lo diverso y lo abyecto o lo clásico y lo viral.
PRIMER MOVIMIENTO DEL CICLO -INAUGURACIÓN 10 DE MARZO 2023
Artistas: Rodrigo Rodriguez, Facundo Lugea, Santiago Carlomagno y Nina Corti
Respecto a las disciplinas artísticas, en el ciclo Mirar montes no visibles asistimos a cómo las etiquetas, que tradicionalmente establecen categorías mayores y menores en las artes, se ponen en cuestión. La performance, la escultura, la pintura, el video, la artesanía, la instalación se difuminan en una clara estratégia por dotar de relaciones más inclusivas a la creación contemporánea, pero también a sus posibilidades, a través de la confección de obras que se abren a la interacción de sentidos como el olfato o el tacto, o permiten que otros seres vivos habiten los espacios museísticos.
Desde el 10 de marzo y hasta finales de mayo del 2023, el MACBA recibe en su primer piso el ciclo de arte joven “Montes no visibles” con su primer movimiento llamado “Resonancia transparente”.
Este proyecto, llevado adelante por los artistas y curadores Natalia Sosa Molina y Victor Lopez Zumelzu, cruza obras, activaciones y derivas artísticas muchas veces periféricas que se articulan en una imperante necesidad de visibilizar funciones críticas y sociales del arte joven.
Las inquietudes que rodean este primer movimiento “Resonancia transparente” del ciclo Montes no visibles funcionan como una constelación de temas que rodean diferentes pensamientos eco estéticos del presente, entendiendo a la obra como una potencia en movimiento, flujo y crítica que va del objeto al cuerpo, asumiendo con ello singularidades y relaciones que establecen un todo. A través de esculturas, videos, instalaciones y obras sonoras que funcionan como pequeños fragmentos discursivos, los artistas nos parecieran hablar del cambio climático y la colonización del río como forma de progreso (Rodrigo Rodriguez), la pérdida de biodiversidad y sus transformaciones en otras posibilidades de corporalidad posthumana (Facundo Lugea), así como también las posibilidades de la naturaleza como otra forma de conocimiento y subversión a los espacios institucionalizados (Santiago Carlomagno y Nina Corti) son algunos de los temas que cruzan este primer movimiento.
Los artistas presentes en este primer movimiento reflexionan sobre la naturaleza mediante gestos que tienen más que ver con lo simbólico; buscando algún tipo de relación abstracta sobre las políticas del presente. En sus obras, tanto el contenido como la forma hablan de una ecología que va más allá de un planteamiento eco estético abstracto y prefieren experimentar desde un lugar específico y ampliar las redes del arte como lugar de investigación. El enfoque pretende un acercamiento diferente a la relación del arte con la ecología, estableciendo como base una teoría ecosófica de interconexión y articulación de tres ámbitos: el medio ambiente, el medio social y la subjetividad humana.
Desde el Macba se intenta contribuir al debate sobre políticas que proponen modos alternativos de habitar la naturaleza desde lo simbólico a lo práctico, convirtiendo a la sala del primer piso en un espacio de experimentación, fruto de una «coreografía» de procesos de pensamiento. El objetivo de Montes no visibles es representar conceptualmente un modelo de investigación del presente en constante evolución que se abre a un horizonte especulativo y poético.
-------------------------------------
ARTISTAS – RESONANCIA TRANSPARENTE
Nina Corti (QOA) crea experiencias sonoras inmersivas, instalaciones multicanal y también trabajo visual, que absorbe al oyente en un microcosmos de frecuencias experimentales. Su investigación actual se centra en el entrelazamiento entre vibración, sonido, percepción y espacio. Explora los sonidos y resonancias de lugares específicos buscando generar experiencias de escucha expandida de lo mínimo cuasi imperceptible y sintonizarnos con el entorno que nos rodea.
La música de Qoa se publica en diferentes sellos (Aural Canyon, Krut Records, Fluere Tapes) y la presenta en distintos festivales como Mutek Argentina, San Francisco & Japón, CCK, Tecnópolis y Planetario de Buenos Aires. Nina también realizó instalaciones que presentó en el Museo Oi futuro (Brasil), Fundación Andreani, Bienal SUR, Museo MACRO (Argentina) Agora Collective (Berlín), Flux Factory (NY, USA).
Su trabajo surge de la escucha y la conversación sonora con-en-desde el territorio con toda la materia vibrante. Desde el silencio se vuelve perceptible nuestra afectación múltiple y simultánea con todo lo que nos rodea. Cómo conversar los cuerpo-territorios y las aguas que lo atraviesan.
---
Rodrigo Rodriguez, en sus últimos años de investigación artística, se dedicó a explorar el uso del cemento (el material constructivo más utilizado en el planeta y la huella más pesada, hablando en volumen, que deja el ser humano) a través de objetos, esculturas e instalaciones. Utiliza un lenguaje híbrido que emerge del choque entre arquitectura, cuerpo y materia. La solemnidad del discurso arquitectónico y el sometimiento del cuerpo que construye, ritualiza y habita. Un contrapunto entre materialidad y espiritualidad.
¿Cuánto pesa una escultura? ¿Cuánto pesa una mesa? ¿Cuánto pesa una planta? ¿Cuánto pesa una columna? ¿Cuánto pesa una casa? ¿Cuánto pesa nuestro modo de vida? ¿Cuánto pesa un techo? ¿Y un piso? ¿Y un edificio? ¿Y nuestra sociedad?
El artista menciona “Me gusta tejer analogías entre la construcción y la naturaleza. Cómo crece un árbol, lento, cómo va re-transformando las partículas, transportándose por su cuerpo hasta convertirlas en hojas o tronco. Y crece. Toma forma a medida que la atraviesa el viento y las estaciones. Y de esa forma va dejando vestigios de cada paso que dió, que le permiten adaptarse a las nuevas instancias que le toquen atravesar”. Rodrigo Rodriguez ha participado de “Ficus repens”, en el 2016 ganó el 2do premio para artistas emergentes de la fundación Vittal, su primera muestra individual titulada “Estructuras del caos” en el espacio MODOS. En 2017, obtuvo el 3er premio de pintura en el salón del Banco de Córdoba, en 2018 realizó “Todo lo sólido se desvanece en las nubes” en galería Beta Sur, en Febrero 2020 hizo su muestra individual “Los árboles no crecen tan rápido” en galería PASTO.
---
Facundo Lugea en sus últimos años de práctica artística ha puesto especial énfasis en el objeto escultórico y la instalación. Sus obras son un proceso poético que generalmente está vinculado con la materialidad que compone a cada pieza y los gestos que plantean una dirección hacia su conceptualización. Dentro de esta búsqueda ha construído un lenguaje concepto material, establecido por la experiencia sensorial de nuestro cuerpo frente al objeto y el conocimiento utilitario previo que tenemos de él. Mediante estas herramientas reflexivas de cuerpo-muerte-transformación elabora una construcción más amplia en relación a la percepción de las cosas. Sus obras dialogan con una lógica racional para establecer lo metafórico como un nuevo punto de partida donde preguntas y respuestas giran sin orden o jerarquías. Entres sus últimas exhibiciones individuales se destacan “Agua sobre mis manos” en Le putit galerie en Mar del plata (2016), “Lo débil se mantiene” Casa Yakuzi en Mar del Plata (2018),“Ciclos activos de las expiaciones constantes” en NIGHT TIME STORY en Los Ángeles, EEUU (2021),“La prolongación de nuestra inercia” Museo MAR (2022).
---
Santiago Carlomagno, produce obra a partir de distintos disparadores cómo el cine y la ciencia ficción, el humor y la ironía también son herramientas que pueden verse en varios de sus trabajos para abordar una mirada sobre la construcción del mundo y la relación que los seres vivos entablan con el mismo, mediante distintos soportes que van desde la pintura, el video, la obra interactiva o la escultura. Sus escenarios proponen un juego en las fronteras de la ciencia y la ficción intentando llevar a lxs espectadorxs una propuesta sensorial y participativa.
Sus trabajos fueron exhibidos en el 110 Salón Nacional de Artes Visuales (C. C. Borges, Museo de Arte Contemporáneo del Sur, C3 Centro Cultural de la Ciencia, Ars Electrónica y Centro Cultural Recoleta.
EQUIPO CURATORIAL
Natalia Sosa Molina Curadora y gestora cultural independiente. Se graduó en la Universidad de Buenos Aires como Licenciada en arte Textil (UBA). Realizó estudios de Ciencias Políticas en la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y en Performance y Creación Interdisciplinar en la Universidad de San Martín (UNSAM). Su trabajo artístico y curatorial ha viajado por el cruce de las tecnologías de información y las culturas ancestrales latinoamericanas, explorando las relaciones visuales, conceptuales y críticas sobre la identidad, la naturaleza colonial, el paisaje, y la explotación. Ha sido directora en Chien Noir galería y ha curado numerosas exhibiciones y ciclos de arte en Argentina y Estados Unidos. Ha publicado artículos en las revistas Tramontana (España) y Global Art Daily (Japón). Ha realizado la residencia de investigación curatorial FELIPA MANUELA, España (2021). Integra el equipo curatorial de la plataforma de crítica y pensamiento RESET en FUNDACIÓN PROA desde 2021. Actualmente es curadora del ciclo “Montes no visibles” en el Museo de arte contemporáneo de Buenos Aires, MACBA y Curadora residente en Pivo, Brasil 2023.
Victor López Zumelzu Poeta, crítico y curador chileno. Magíster en teoría y crítica de arte. Ha sido parte del programa Artistas y Críticos de la UTDT, así como también del equipo de Fundación Proa (Argentina) y Metales Pesados (Chile). Ha sido co-director y curador de la galería de arte Bigsur (Buenos Aires, 2015 hasta el 2018). Escribe constantemente ensayos en revistas de arte contemporáneo como Artishock y Rotunda Magazine. Entre sus últimos proyectos artísticos curatoriales se encuentra “Yeguas del apocalipsis”, Fundación Proa (2019-2020), FUTURO? Felipa Manuela(2021). Como escritor ha publicado más de 8 libros y recibido múltiples premios entre ellos: premio hispanoamericano de poesía (2005), la beca Fundación Neruda(2006), Premio Municipal de poesía (2011), Premio mejores obras del fondo del libro de Chile(2021) y diferentes incentivos incluidos los del Fondo Nacional de las artes de Chile. En términos curatoriales su trabajo ha cruzado las relaciones entre la literatura latinoamericana y artes visuales, especialmente la performance participando en diferentes encuentros como Tordesillas (Brasil), Latinale (Berlín), Festival de Rotterdam, entre otros. Actualmente integra el equipo coordinador de la plataforma de crítica y pensamiento RESET en Fundación Proa y curador del ciclo “Montes no visibles” en el Museo de arte contemporáneo de Buenos Aires, MACBA. Curador residente en Pivo 2023.
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España