Descripción de la Exposición
¿Qué es lo que tienen en común 19 artistas que exponen abstracto?¿La no figuración, su residencia en Barcelona, la pertenencia a colectivos de arte? ¿Cómo pensar las diferentes poéticas desde un punto que trascienda el lugar común y a la vez sea común a todos?
Deleuze decía que todo arte es resistencia, que el acto de creación es, en sí mismo, un acto de resistencia. ¿Resistencia a qué o a quiénes? A la sociedad en la que nos toca vivir hoy en día. Una sociedad en donde la información es la forma de control, video vigilancia, masmedia, redes sociales. Somos mirados y nos miramos a través de la imagen. Una imagen cada vez más nítida, cada vez más hiperrealista.
La abstracción se sustrae a la narrativa de la imagen, son imágenes que se resisten a esta obsesión del querer ver todo, del saber todo. No hay información que dar, nada nos referencia en la abstracción. Entramos en el dominio de la sensación, de lo intuitivo, de lo emocional, de la contemplación. La abstracción se “abstrae” de la realidad, crea otros mundos. Mundos que nos obligan a pensar y sentir desde un lugar diferente. En una sociedad donde las metáforas parecen ausentes, la abstracción es la pura metáfora.
Pero estos 19 artistas también resisten desde otros lugares, no solo se sustraen a la narrativa de la imagen sino a los medios y espacios en donde muestran su trabajo. Han decidido escapar a la tiranía del mercado y de las instituciones que definen qué es arte y cuánto vale éste. Habitan espacios dejados de lado, circulan en ámbitos accesibles a todos, como los centros culturales barriales o galerías de extrarradio. Espacios donde el arte de mercado está ausente.
¿Y por qué hablo de prácticas de resistencia? Porque ellos no viven vidas paralelas a la cotidianeidad que los habita, sino que están atravesados por esa realidad. Lejos de ellos está el imaginario de la torre de marfil o del artista tocado por la genialidad. No caben en ningún estereotipo del arte. Y eso también son formas de resistencia.
Anna Torres, por ejemplo, explora desde la unión de materiales opuestos, las paradojas que nos constituyen como humanos, la fragilidad de la porcelana horadando el hierro, la resiliencia. Es el alma mater de Estesia junto a Xefo Guasch, artista polifacético, de acuerdo con sus palabras, ha incursionado en todos los registros y temas. Escultor, arquitecto, fotógrafo, videasta y, como si la lista no fuese ya extensa, es también el dueño de la galería donde el colectivo Estesia expone habitualmente. En la actualidad se encuentra trabajando en pintura, aunque sin dejar de lado el volumen escultórico.
En cambio, Alex Arcones, prefiere no encasillarse dentro de un determinado campo del arte. Lejos del prototipo de artista, es un hombre camaleónico. Todos los lenguajes le son válidos para expresar sus propósitos. Es también un creador de espacios, como lo es NauArt, un antiguo depósito de materiales eléctricos que transformó en taller y galería, para que los artistas puedan trabajar y mostrar el resultado de sus reflexiones creativas.
La obra atemporal de Juan Carlos Beneyto Perez, nos sitúa con sus geometrías y planos de color en un tiempo sin nombre, la intersección de los planos, sus límites, sus triángulos crean un mundo que atrapa al espectador y lo detiene de la aceleración cotidiana en la que estamos inmersos.
Claudio Rojas es un artista que está a 11000 km. de su lugar de origen, Argentina. Pero sigue allí, atravesado por la memoria de una historia que ha sido bastardeada de múltiples maneras, se trata de la dictadura militar, sus actores y sus consecuencias a un lado y otro del Río de la Plata. Pinturas de paleta acotada, de colores planos e intensa presencia de la línea que nos hablan de la violencia, de bocas abiertas que gritan y que aún hoy, no todas son escuchadas.
Santiago Yubero, es un artista de espacios íntimos. Sus trabajos son el resultado de un encuentro entre el soporte, el artista y la idea. Sutiles capas de color generan una atmósfera intimista, próxima. Imágenes de un mundo utópico, de ensoñaciones donde habita la magia de un ideario perdido.
Se podría pensar que estos 18 artistas no les interesa la tecnología o la informática, pero nada más lejos de ello, Eva718 nos muestra que el código QR es más que una “Quick Response”, un código que es usado para que el consumidor acceda rápidamente a la información de un producto. Cada imagen con la que trabaja se da a ver no solo desde lo visual sino también desde lo auditivo, porque el código QR que crea para esta, retiene al espectador y lo conduce a un universo sonoro y sensorial, creando una percepción holística y estética de la misma.
A los trabajos de Juan Niubo, hay que verlos con las manos detrás de la espalda, sus texturas a partir de la superposición de planos realizados con cartones reciclados y el color invitan a recorrerlos con los dedos, de ahí la prohibición. Arquitecto de profesión, sus obras abstractas tienen la tranquilidad del orden y el control, espacios alternos frente al caos que nos inunda diariamente.
En un mundo de superficies pulidas, de efectos glossy y de imágenes espectaculares, y especulares agregaría, Rosa Atzur nos invita a un viaje al interior de su inconsciente y llama también al espectador a conectarse con el propio. Caminos de color, de transparencias y de formas que escapan a la aprehensión por la mirada. Un cosmos propio que no necesita palabras.
Bernat Casanova tiene una mirada ilimitada, como ilimitado es el mar que transforma en pura abstracción al óleo, artista pragmático antes que de reflexiones, su trabajo nos plantea que la ausencia de límites transforma la realidad y genera otra lectura posible.
Otras lecturas que también se encarnan en el trabajo de Carme Simó, que juega con la figuración de los textos que dan nombre a las imágenes abstractas que pinta provocando la incertidumbre en el espectador.
Impoluto es el blanco mármol de Carrara tallado a modo de ramas truncas por Chikao, que parecen indicar al espectador que aquello que el tiempo de la naturaleza convierte en polvo se transforma y nos lleva a reflexionar sobre la trascendencia de lo efímero, porque las esculturas de este artista japonés tienen la temporalidad de la madera y la eternidad de la piedra.
Si hay una artista que reflexiona sobre los objetos de consumo y su vida al término del uso es Mercè Pijem, quien les da una segunda oportunidad, una oportunidad artística.
Las estructuras arquitectónicas de Maikel Méndez se asemejan a las ciudades invisibles de Ítalo Calvino, tan sutiles como inexistentes, juegos de la memoria y del inconsciente del artista que atrapan al espectador en los recuerdos de una ciudad imposible.
Imposible se diría la expresión “habitar el color”, sin embargo, Carme Miquel lo ha logrado al deconstruir las prácticas de la pintura tradicional en formas suspendidas de color en el espacio invitando al espectador a recorrerlas y a contemplarlas desde otro lugar, despojadas y expuestas a la luz en su pura potencia cromática.
Si Carme Miquel habita el color y la luz, Mònica Reche Puigdomènech, se interroga sobre el punto de génesis de la obra, el momento en que emerge la luz en la oscuridad, el principio último donde se da a ver y se instala en la retina del espectador.
Nick Bedford, se sitúa como un artista procesual, la imagen se construye a costa del propio artista, según sus palabras: “El cuadro me utiliza para hacerse”. Las formas que emergen de sus pinturas tienen un punto familiar y a la vez extraño, nos hablan de la materia y de las experiencias del artista con ésta, de formas arcaicas y a la vez contemporáneas.
Para quien les escribe, Cintia García, todo presente es repetición y la línea su principio rector. Se trata de un recorrido del espacio a través de la línea y el color donde la repetición genera tramas que evidencian formas que nunca se concretan, como recuerdos borrosos del instante.
19 artistas de extramuros, si por muros entendemos el mercado del arte y sus instituciones afines. 19 artistas y 19 poéticas que reflexionan sobre nuestra alienada cotidianidad. 19 miradas analógicas para un mundo digital, como otra práctica de resistencia.
Exposición. 31 oct de 2024 - 09 feb de 2025 / Artium - Centro Museo Vasco de Arte Contemporáneo / Vitoria-Gasteiz, Álava, España