Descripción de la Exposición
La 40 y la B
Es un laboratorio de arte que se desarrolla en el Centro Comunal APROFE, ubicado en el Guasmo oeste, y que APROFE mantiene como uno de sus lugares icónicos, es ahí en donde se convocará (una vez por mes) a un artista o a un colectivo de artistas, al cual se suma alguien de otra disciplina (pudiendo presentar proyectos de carácter transdisciplinar o multidisciplinar); en donde el equipo de invitados trabaja a favor de esta comunidad (sea con los adultos mayores, con los niños, o directamente con la gente del barrio) produciendo actividades, talleres u obra colectiva que beneficien de forma directa a la comunidad (lo cual no quiere decir que sea en modo alguno de carácter panfletario), siendo un proyecto relacional y de carácter social con énfasis en lo contemporáneo.
Cuando el arte retorna a su estado original
Si aceptamos lo dicho con antelación, entonces el retorno del arte a su estado original, es decir como un documento social, está dado exclusivamente bajo las responsabilidades de una estética comunal que nos lleva a un fin único, el del desarrollo cultural de lo colaborativo, en donde lo relacional es el dispositivo que permite de una manera natural cultivar ejercicios de acercamiento y de afectividad que le dan al arte ese valor primero en una ontología de lo social.
Por ello si para el pensamiento filosófico latinoamericano que se funadmenta en frases como esta: “de la precariedad vivimos”, entonces somos los fundadores de una estética primera, que se vincula con el acto creativo una vez que nos enfrentamos a las practicas cotidianas de una manera astuta para solventar la adversidad y cuya manera de resolver ese día a día se sostiene en los principios de beneficio colectivo, lo cual sin duda nos lleva a pensar en el afloramiento cultural de una práctica milenaria que convive con el “individuo” única y exclusivamente cuando es consiente que pertenece a un núcleo colectivo.
Solo y a partir de ese entendimiento el arte con mayúsculas deja de ser tal para convertirse en una práctica, en un “dispositivo afectivo” que nos vincula con el otro de una forma horizontal y es ahí en ese lazo social en el que se gesta su verdadero retorno, su origen. Ya sucedió en la Prehistoria con el arte rupestre de las cuevas de Altamira, en el Paleolítico Superior y sucede ahora cuando el artista sucumbe a los formatos ególatras e individualistas propios del formato neoliberal de este mundo, para luego entender el sentido colectivo y comunitario como un reencuentro, un retorno y puesta en origen de los verdaderos propósitos con los que fue creado el arte: como una forma de comunicación y de comunión, en definitiva de colectividad. Formato que nos hace pensar que vivimos del lado correcto de la historia.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España