En esta primera exposición individual, Julián Cruz presenta un trabajo centrado en la copia y la contradicción dentro del régimen visual de la pintura.
Con Réplica, el artista hace hincapié en la necesidad de abandonar toda idea de originalidad para, al mismo tiempo, seleccionar, discriminar y fragmentar estilos opuestos dentro de la historia de la pintura, con el fin de integrarlos y provocar una mayor dispersión del sentido. En una postura contraria a la de la interpretación, a la hermenéutica, los cuadros de Julián Cruz hallan su respuesta en la proliferación de códigos y estilos discordantes, pero esa es la maniobra que los anuda.
N o s e trata sólo, pues, de diseccionar el lenguaje de la pintura, sino el de homenajear a otros pintores a través del secuestro intencionado de sus estilos -Per Kirkeby, Peter Doig, Paolo Uccello-, como de repetir, a través de esos gestos, una imagen que jamás puede...ser idéntica y que las contradice.
Así, también, aparecen juegos semánticos entre la imagen de Stalin y las calcamonías eróticas; bromas al conceptualismo, partiendo de Sigmar Polke, como a la transformación de un capricho de Goya o a la reconciliación entre el lenguaje de las tiras cómicas con la abstracción, queriendo señalar, irónicamente, el juego de la pintura a través de su propia condición representativa e histórica.
Porque, tal y como señala Julián Cruz en la publicación que acompaña esta exposición, «no hay nada que embellezca más el mundo que la mentira. No hay mejor enamoramiento que el de copiar a quien quieres.»
Imágenes de la Exposición
Julián Cruz
Entrada actualizada el el 01 nov de 2016
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